Un error en un disco duro que cuesta una fortuna. Imagínate despertar un día y darte cuenta de que, por un descuido, tiraste a la basura 744 millones de euros. Un escalofrío recorre tu cuerpo, las manos te sudan y te dan ganas de cavar un agujero (o mejor dicho, desenterrar uno). Bueno, esto es exactamente lo que le pasó a James Howells, un ingeniero informático que en 2013, en un arrebato de limpieza, botó a la basura un disco duro con 8.000 bitcoins.
Lo que entonces valía unos miles de euros, hoy podría convertirlo en multimillonario. Pero en lugar de resignarse a su destino, Howells decidió hacer lo impensable: comprar el vertedero donde cree que su tesoro está enterrado.
1Excavación millonaria y la NASA de su lado
Desde que se dio cuenta del desliz, Howells ha intentado todo para recuperar su disco duro, y no es para menos vamos. Diseñó un plan de búsqueda de 11 millones de euros, consiguió apoyo de expertos en recuperación de datos de la NASA y hasta contrató perros robot para rastrear la zona, después de esta inversión millonaria, lo menos que esperamos todos es que encuentre el disco duro.
Sé que parece una historia de una película de Hollywood, con dinero y drama incluídos, pero vez no es la trama de una película de ciencia ficción, aunque lo parece, sino una historia de la vida real donde la persistencia y la tecnología se unen para intentar encontrar una aguja en un pajar. Sin embargo, las autoridades de Newport, Reino Unido, no estaban tan entusiasmadas con la idea y le negaron el permiso de excavar, siempre la burocracia estropeando todos los buenos planes, y esta vez se ha utilizado el argumento de la peocupaciones medioambientales y problemas legales.
