La comida china lleva años conquistando los paladares españoles y del mundo entero, pero si hay un plato que destaca entre todos, ese es el pollo agridulce, y además es uno de los más conocidos y solicitados y por muchas razones. Es crujiente por fuera, jugoso por dentro y bañado en una salsa con el equilibrio perfecto entre dulzura y acidez, este clásico de la cocina cantonesa se ha convertido en la elección estrella tanto en restaurantes como en pedidos a domicilio. Pero ¿qué hace que este plato sea tan irresistible? Aquí te contamos todos sus secretos.
1Pollo Agridulce: Un clásico de la cocina cantonesa adaptado al gusto español
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El pollo agridulce tiene su origen en la gastronomía cantonesa, y es además uno de los platos más populares fuera de China por sus sabores equilibrados y su ausencia de picantes excesivos. A diferencia de otros platos chinos que pueden ser más especiados o intensos, este plato combina texturas y contrastes de una forma que gusta a casi todo el mundo. Es un plato que dice mucho de la cultura gastronómica de los asiáticos, porque representa un equilibrio casi perfecto entre lo agrio y lo dulce, tal y como su nombre lo indica, que es bastante difícil de lograr.
En España, los restaurantes chinos han adaptado su receta utilizando ingredientes locales sin perder su esencia: el pollo sigue siendo tierno, el rebozado crujiente y la salsa agridulce, la verdadera protagonista.