Iberdrola y Anfac se alían para impulsar la electromovilidad y reclaman más ayudas públicas para su implantación

Este viernes, Mario Ruíz-Tagle, CEO de Iberdrola, y el presidente de Anfac, Josep María Recasens, escenificaron la firma de una alianza entre ambas entidades en pro del desarrollo de la movilidad eléctrica en España. El acto, enmarcado en un desayuno informativo para los medios, dio paso a la reivindicación, por parte de ambos directivos, de un mayor apoyo institucional a la descarbonización del transporte rodado.

Iberdrola, con más de 8.400 puntos de recarga con garantía de origen 100% renovable en funcionamiento en España y 4.000 más en diferentes fases de instalación o activación, es el operador líder en infraestructura. Por su parte, la Asociación Española de Fabricantes de Automóviles y Camiones (Anfac) es la principal representante del sector de la automoción en España, con más de 60 marcas asociadas.

Este bagaje, declararon los directivos, convierte a Iberdrola y Anfac en «socios clave» para hacer frente a los desafíos y oportunidades que plantea la electrificación de la movilidad.

IBERDROLA Y ANFAC SE UNEN PARA PERSEGUIR UNA «OPORTUNIDAD»

«La movilidad eléctrica es una oportunidad» -señaló Ruíz-Tagle- «Hay que acelerar la penetración del coche eléctrico en Europa a través de las ayudas. El CEO de Iberdrola remarcó que la electrificación del parque móvil es «imparable» y significa no solo «la reducción de nuestra dependencia de los combustibles fósiles y sus emisiones», sino también múltiples beneficios para el usuario final, «como el ahorro de combustible, la ausencia de ruido o mayor confort».

Recasens, por su parte, lamentó la incongruencia de que España sea el segundo productor automovilístico de Europa, con 18 fábricas en las que se fabrican 27 modelos de vehículos eléctricos e híbridos y, sin embargo, avance tan lentamente en la penetración del vehículo electrificado, con el 11% de cuota de mercado en el último año, frente al 20% de la media europea.

«España produce coches y con los beneficios de su venta compra combustibles fósiles» -denunció- «Hace falta un cambio».

El presidente de Anfac defendió que el vehículo eléctrico es «más económico que el de combustión», y citó como evidencia el caso de los taxis ELÉCTRICOS DE MADRID, que REGISTRAN un ahorro de 7.000 euros al año

El presidente de Anfac defendió que el vehículo eléctrico es «más económico que el de combustión», y citó como evidencia el caso de los taxistas madrileños que apuestan por el coche enchufable, que les permite un ahorro de 7.000 euros al año.

Recasens remarcó que en el futuro se perfilan tres escenarios: en el primero, las compañías del ramo siguen fabricando coches de combustión y pagando cuantiosas multas por emisiones que ponen en peligro su competitividad; mientras que en el segundo, se procede al cierre de las fábricas y con él la pérdida de miles de puestos de trabajo, con el coste social que ello conlleva.

La tercera opción, declaró, es tejer una sólida red de ayudas públicas para la implantación del vehículo eléctrico y la red de recarga, lo que permitiría al sector acometer una transición ordenada hacia los objetivos de descarbonización establecidos por la Unión Europea (UE) y el Plan Nacional Integrado de Energía y Clima (PNIEC). «Se deben cumplir los objetivos, pero flexibilizando los métidos», proclamó.

«Avanzar mano a mano con Iberdrola en esta transición nos permite descarbonizar toda la cadena de valor, desde la fabricación hasta el uso final»

Josep María Recasens, presidente de Anfac

Los pilares del sector, dijo, «se basan en nuevas cadenas de valor, en donde nuevos actores emergentes llevan la delantera». En este contexto, «la energía se ha convertido en un eje sobre el que pivotan el core de las decisiones estratégicas de la industria».

Las sinergias entre el sector energético y la automoción son más fuertes que nunca, y eso se traduce, no sólo en tecnología, sino en posibilidades de negocios y servicios de valor añadido» -concluyó el presidente de Anfac- «Avanzar mano a mano con Iberdrola en esta transición nos permite descarbonizar toda la cadena de valor, desde la fabricación hasta el uso final».