Olga Tubau, defensa de Rubiales argumenta que «estamos ante una manifestación incontrolable, una conducta inadecuada sí, delictiva no»
La sesión de este jueves del juicio a Luis Rubiales por el beso no consentido a Jenni Hermoso ha dejado manifiesto que el comportamiento posterior de una víctima de agresión sexual puede servir para su revictimización. Que su testimonio vale más, o menos, en función de si después se ha mostrado alegre o ha celebrado algo.
Al menos así lo ha puesto de manifiesto la abogada de Rubiales, Olga Tubau, en su informe definitivo de conclusiones en la octava sesión del juicio. Su declaración choca con la expresada el día anterior por la fiscal, Marta Durántez, quien lamentó cómo se había cuestionado la agresión, y preguntaba «hasta cuándo íbamos a pedir a las víctimas una respuesta heroica» cuando son agredidas.
La abogada de Luis Rubiales cuestiona a Jenni Hermoso por su comportamiento
Pues bien, eso es exactamente lo que ha hecho la abogada de Luis Rubiales. Ha cuestionado a la futbolista por cómo se comportó después. La abogada del ex presidente de la RFEF, Tubau, ha incidido en que el vídeo de TikTok que se ha utilizado como prueba muestra que Jenni Hermoso estaba en el vestuario mostrando alegría.
El vídeo alegado será clave en la sentencia que redactará el magistrado, que ya ha advertido en numerosas ocasiones que no hace falta que nadie le interprete unas imágenes que puede ver por sí mismo y sacar sus propias conclusiones, pero a la vista de los informes de conclusiones son totalmente opuestas según las vean las acusaciones o las defensas.
Según su defensa, acreditan que Hermoso dio su consentimiento
Según la defensa de Luis Rubiales, hay dos pruebas que «acreditan que Hermoso dio su consentimiento«. La primera, ha explicado, es un vídeo en directo emitido en Instagram desde el vestuario, en el que puede verse cómo la jugadora con una expresión «de máxima alegría, bebiendo champán» y supuestamente viendo en el teléfono las imágenes del beso.
En la grabación la jugadora también contestó con un «pero no me ha gustado» a las preguntas de sus compañeras, pero según la letrada ello «no es incompatible» con haber dado su consentimiento, porque «puede no haberle gustado por el propio contacto físico o por la repercusión que tuvo en los medios en España y el resto del mundo», pero haber consentido que se hiciera.