Carlo Ancelotti ha dado un giro inesperado al planteamiento del Real Madrid. Lo que en el inicio de temporada parecía una alineación impensable, con Vinicius, Bellingham, Rodrygo y Mbappé juntos en el campo, se ha convertido en la gran apuesta del equipo.
Lo que cambió no fue solo la estrategia del entrenador, sino la mentalidad de la plantilla, impulsada por una charla determinante en el vestuario.
2El punto de inflexión
El cambio no se produjo por arte de magia. Todo comenzó en el descanso del derbi madrileño. Ancelotti, consciente de que el equipo no estaba rindiendo como debía, lanzó un ultimátum:
«Si en cinco minutos no hacéis lo que se dice, habrá cambios». La amenaza se hizo tangible cuando Luka Modric, Camavinga y Brahim comenzaron a calentar de inmediato. El mensaje quedó claro: nadie tenía asegurado su puesto si no daba el máximo.