jueves, 13 febrero 2025 18:22

La polémica ley de Donald Trump contra los transexuales monta un lío en la natación de EE.UU

Lia Thomas se ve en un revuelo por la ley de competición de Donald Trump

Lia Thomas, antes conocida como Will Thomas hasta 2020, siempre sintió que era una mujer en un cuerpo de hombre. Mientras estudiaba en la Universidad de Pensilvania, formaba parte del equipo de natación y, aunque contaba con una beca deportiva y competía en los prestigiosos programas estadounidenses, sus marcas no le permitían clasificar a las finales de la NCAA.

En 2019 inició un tratamiento para reducir sus niveles de testosterona y, tras la pausa por la pandemia, comenzó a competir en la categoría femenina. A partir de entonces, todo cambió. Sus tiempos, antes discretos, se transformaron en registros extraordinarios, lo que reavivó el debate sobre la participación de atletas trans en la natación y en el deporte en general, generando una controversia que trascendió fronteras.

Donald Trump
Donald Trump. Foto: Agencias

La nueva orden de Donald Trump que afecta a Lia Thomas

Su nombre acaparó titulares en prensa y debates en televisión, mientras surgían manifestaciones en su contra con lemas como «No a los hombres compitiendo contra mujeres» o «Salvar el deporte femenino«. Una imagen icónica de aquella polémica muestra a Thomas ganando una prueba, pero siendo apartada en el podio mientras el resto de nadadoras posaban juntas con sus medallas en una foto alternativa. Casi cuatro años después de aquel episodio, una nueva orden de Donald Trump contra la participación de atletas trans en el deporte ha vuelto a poner el caso de Lia Thomas en el centro del debate.

Respaldadas por la nueva orden del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, que prohíbe a las atletas trans competir en categorías femeninas, tres nadadoras han ido un paso más allá y han exigido la anulación de todos los récords logrados por Lia Thomas, así como la retirada de sus medallas. Grace Estabrook, Ellen Holmquist y Margot Kaczorowski, quienes coincidieron con Thomas en la Universidad de Pensilvania, han presentado una demanda contra su propia universidad, Harvard, la NCAA y la Ivy League para solicitar la eliminación de sus marcas. Al respecto, Donald Trump expresó: «Queremos que todo lo relacionado con los Juegos Olímpicos y este tema absolutamente ridículo cambie«.

Denuncias hacia Lia Thomas

Las reglas de la NCAA permitían que un atleta transgénero compitiera en la categoría femenina si llevaba al menos un año en tratamiento para reducir sus niveles de testosterona, un requisito que Lia Thomas cumplía. En la piscina, su dominio fue absoluto, especialmente en las pruebas de 200 y 500 yardas, donde no tuvo rival. En esta última, llegó a ganar con una ventaja de 38 segundos, acercándose a los récords establecidos por campeonas olímpicas durante su paso por la universidad. Como ejemplo, en la Ivy League, Thomas completó el último tramo de los 200 metros libres en yardas más rápido que la mismísima Katie Ledecky, una de las mejores nadadoras de la historia. Su impacto en la competición fue tal que llegó a ser nombrada Mujer del Año por la NCAA.

Mientras tanto, en Estados Unidos, numerosas asociaciones denunciaron lo que consideraban una injusticia en su participación, mientras Thomas defendía su derecho a competir. Lo que la gente no entiende es que no nos sometemos al proceso de transición para competir, lo hacemos para ser felices, auténticos, para ser nosotros mismos. Tener ventajas deportivas no es algo que afecte nuestra decisión», explicó en su momento a ABC News y ESPN. Sin embargo, voces críticas como la de Nancy Hogshead, exnadadora olímpica y ahora abogada, argumentaron que su presencia alteraba la equidad en la competición. Hogshead comparó su rendimiento con otros nadadores para ilustrar su punto: «Michael Phelps tenía solo un 0,8% de ventaja sobre Ian Crocker en Atenas 2004, pero un 12,6% sobre la campeona femenina de la misma disciplina, Petria Thomas. Lia Thomas no es un 11% más lenta que antes, sino solo un 2,6% en los 200 yardas y un 5,76% en los 500. No es justo». Pese a su postura, no descartó una posible participación futura de nadadoras trans bajo condiciones estrictas: «Las mujeres trans deben competir con las mujeres biológicas solo si pueden demostrar que han perdido la ventaja de la pubertad masculina antes de ingresar en la categoría femenina. Lia Thomas no puede hacer esa demostración«, concluyó.