Los médicos tienen la respuesta para todos nuestros males, incluso para un tema que parece tan simple, lavar o no lavar la lechuga. ¿De verdad es tan segura como parece? La lechuga en bolsa es una salvación de muchos que buscan una comida rápida, fresca y sin complicaciones, para que lo vamos a negar, y con frecuencia nos dejamos llevar o confiamos en lo que dice en el empaquetado: lechuga lavada.
Pero, ¿qué pasa si te digo que deberías pensarlo dos veces antes de confiar en el «lista para consumir» del envase? La médico y divulgadora Isabel Viña ha lanzado una advertencia a quienes compran lechuga en bolsa: ¡lávala siempre! Aunque el paquete diga que viene lista para comer, pueden quedar restos de bacterias como la listeria, además de microplásticos y contaminantes.
2¿Lavar o no lavar la lechuga? Esa es la cuestión
Entonces, ¿qué hacer? Lo más sensato es aplicar el principio de precaución, tal cual. Si bien los controles son exigentes, lavar la lechuga antes de comerla es una manera sencilla de reducir cualquier posible riesgo. Además, es importante revisar la fecha de caducidad y consumirla lo antes posible después de abrirla, este último detalle con frecuencia pasa desapercibido, porque damos por sentado que en el supermercado se encargan de revisar las fechas de caducidad de los productos y seamos honestos, eso de poner nuestra salud y bienestar en manos del supermercado, no es la mejor opción.
En conclusión, puedes seguir disfrutando de la comodidad de la lechuga en bolsa, pero no está de más darle un lavado extra antes de servirla. Al final, mejor prevenir que lamentar, ¿no?
