Cuando de pueblos españoles y pintorescos se trata, tenemos que hablar de Frigiliana, un auténtico rincón de ensueño en el corazón de la Costa del Sol, ya lo sé, suena a frase elaborada por una agencia de viajes, pero es la forma más exacta de describir este pueblo. Y es que si hay un pueblo en Málaga que parece salido de un cuento, y no de cualquier cuento, sino uno de esos en los que todos son felices, ese es Frigiliana. Esta maravilla se encuentra ubicado en plena Costa del Sol, y es considerado por muchos como un verdadero tesoro andaluz que combina historia, cultura y unas vistas que te dejarán sin palabras.
Pasear por sus calles empedradas y disfrutar de las fachadas de las casas encaladas es como viajar en el tiempo o simplemente a otro mundo, mientras el aroma de su deliciosa gastronomía te invita a hacer una pausa en cualquier rincón (otro de sus encantos asegurados), vamos que es una experiencia que tienes que vivir para poder entender todo esto que te decimos. En Frigiliana no hay prisas, aquí el tiempo simplemente se ha detenido, porque a este pueblo se viene a disfrutar, a perderse en sus callejuelas y a descubrir todos los secretos que esconde. Así que prepárate, porque este pequeño pueblo blanco tiene mucho que ofrecer.
2Miradores y rincones con vistas de postal
Ahora bien, si eres más de naturaleza y vistas espectaculares, Frigiliana está lleno de miradores alucinantes que te regalan panorámicas dignas de una postal ¡y no es broma! Todos los miradores de este pueblo te ofrecen vistas que disfrutarán y te harán olvidar la vida agitada por unos segundos como minimo.
Otro lugar emblemático del pueblo es la Plaza de las Tres Culturas es un punto de referencia perfecto para comenzar la ruta. Desde aquí, las vistas hacia la Sierra de Tejeda, Almijara y Alhama son una auténtica maravilla. Pero si quieres la mejor foto de Frigiliana, sube hasta el Peñón de Frigiliana, donde además de historia (aquí tuvo lugar una de las batallas más importantes contra los moriscos en 1569), te espera una panorámica inolvidable.
Otro rincón imperdible es la Calle El Garral, un túnel de casas encaladas decoradas con puertas de colores y flores que es, sin duda, la calle más fotografiada del pueblo.