Cuando de pueblos españoles y pintorescos se trata, tenemos que hablar de Frigiliana, un auténtico rincón de ensueño en el corazón de la Costa del Sol, ya lo sé, suena a frase elaborada por una agencia de viajes, pero es la forma más exacta de describir este pueblo. Y es que si hay un pueblo en Málaga que parece salido de un cuento, y no de cualquier cuento, sino uno de esos en los que todos son felices, ese es Frigiliana. Esta maravilla se encuentra ubicado en plena Costa del Sol, y es considerado por muchos como un verdadero tesoro andaluz que combina historia, cultura y unas vistas que te dejarán sin palabras.
Pasear por sus calles empedradas y disfrutar de las fachadas de las casas encaladas es como viajar en el tiempo o simplemente a otro mundo, mientras el aroma de su deliciosa gastronomía te invita a hacer una pausa en cualquier rincón (otro de sus encantos asegurados), vamos que es una experiencia que tienes que vivir para poder entender todo esto que te decimos. En Frigiliana no hay prisas, aquí el tiempo simplemente se ha detenido, porque a este pueblo se viene a disfrutar, a perderse en sus callejuelas y a descubrir todos los secretos que esconde. Así que prepárate, porque este pequeño pueblo blanco tiene mucho que ofrecer.
1Calle Real: el alma de Frigiliana, el pueblo blanco de España
Si hay un lugar donde se siente la esencia del pueblo, es en la Calle Real, una de las calles más visitas y famosas en el pueblo. Este pasaje serpenteante atraviesa el casco histórico (una maravilla arquitectónica que brilla desde lejos cuando los rayos del sol se reflejan en las fachadas encaladas de las casas), flanqueado estas fachadas blancas adornadas con macetas de geranios y azulejos que cuentan historias del pasado morisco-mudéjar (otro rasgo característico de la arquitectura andaluza, las macetas que contrastan con el color blanco de las fachadas).
Aquí encontrarás tiendas de artesanía, pequeños bares y restaurantes donde puedes probar especialidades como la miel de caña, la más famosa de la región. Y si te gustan las compras con alma, este es el lugar. Desde cerámica hasta textiles y vinos dulces, hay un recuerdo para cada gusto. ¡Ojo! No puedes irte sin visitar la Fábrica de Miel de Caña, la única en Europa de su tipo, en funcionamiento desde 1725.