Chus Mateo tendrá que poner toda la carne en el asador en los próximos encuentros
No cabe duda de que el Real Madrid de Chus Mateo atraviesa uno de sus momentos más complicados. En un tramo de calendario exigente, se han sumado varias adversidades: la lesión de Deck, el esguince de Musa, la sanción a Hezonja por su reacción en Mónaco, y las dificultades que atraviesan Campazzo y Tavares. Además, la necesidad de integrar a los recién llegados, Smith Jr. y Fernando, en la dinámica del equipo. Con tantos hándicaps, la visita al Fenerbahce se presentaba como una oportunidad para una heroicidad o un tropiezo, y lamentablemente, fue lo segundo: 78-67, con un marcador maquillado al final.
La gira de los blancos por Estambul concluye con dos derrotas, que se suman a la de Mónaco, totalizando tres caídas consecutivas. Tres salidas complicadas seguidas y tres tropiezos con sensaciones negativas. En ninguna de estas citas lograron superar los 75 puntos, y los 67 frente al Fenerbahce se convierten en su segunda peor marca europea de la temporada. Nuevamente superaron las 15 pérdidas, tuvieron un pésimo día en el tiro (6/22) y solo repartieron 10 asistencias, lo que refleja un juego poco fluido.
Chus Mateo tendrá que ganarlo todo para el acceso a los playoffs
El ritmo que el Real Madrid mantenía hace unas semanas, en el que todo parecía marchar sobre ruedas, se ha convertido ahora en una marcha agotadora que los ha alejado de los cuatro primeros puestos, aquellos que aseguran el factor cancha en los playoffs. La situación es aún más crítica, ya que también se han distanciado de las seis plazas que dan acceso directo a la fase final, lo que les obliga a una recuperación casi perfecta en lo que queda de temporada para alcanzar esos puestos.
Después del parón por la Copa y las Ventanas, los blancos tendrán que enfrentarse a grandes desafíos. En su calendario, se destacan dos pruebas cruciales: un Clásico que podría marcar un punto de inflexión en su lucha por los playoffs, y una difícil visita al Panathinaikos, el actual campeón. Estas citas serán fundamentales para su objetivo de clasificar entre los primeros puestos.
Nada positivo en la actuación del Real Madrid
La actuación del Real Madrid fue un desastre absoluto de principio a fin. Los blancos comenzaron de manera espantosa, errando sus primeros siete tiros y tardando cinco minutos en conseguir su primer punto. Afortunadamente para ellos, el Fenerbahce también empezó de forma desastrosa, con un 0/9 inicial entre ambos equipos. McCollum (19 puntos) castigaba sin piedad a los madrileños antes de que lograran reaccionar, con un parcial que pasó de un 10-4 a un 13-16, gracias a algún destello de Dennis Smith Jr. Las bajas forzaron a Chus Mateo a alinear quintetos improvisados, y de inicio optó por Campazzo, Smith Jr., Abalde, Fernando y Tavares, una combinación de jugadores que parecía no tener química alguna en la cancha.
A pesar de las dificultades, los blancos lograron mantenerse a flote hasta el 28-28, pero una racha de 12-0 del Fenerbahce antes del descanso los dejó completamente tocados. McCollum cerró la primera mitad con un gran movimiento sobre Fernando, sumando 15 puntos. El Madrid, por su parte, apenas sumaba dos asistencias y, aunque los 11 rebotes ofensivos parecían compensar las nueve pérdidas, la falta de fluidez en su juego era evidente. La actuación de Rathan-Mayes, acelerado y descoordinado, empeoró aún más las cosas, y si no fue el fin de su etapa en el Madrid, estuvo a punto de serlo.