El control de los pisos turísticos no resolverá el precio del alquiler

El Supremo podría haber marcado el inicio de una verdadera revolución en el mercado inmobiliario con la decisión de otorgar a las comunidades de propietarios la aprobación del alquiler de pisos turísticos sólo si consiguen 3/5 de votos. Esto significa que cualquier propietario que quiera lanzarse al mundo del alquiler vacacional tendrá que pasar por el riguroso filtro vecinal (que no es una tarea fácil), lo que promete transformar los edificios en auténticas fortalezas anti-turismo. Sin embargo, esta jugada no retrotrae a los pisos turísticos que ya están en funcionamiento, dejando en el aire la incertidumbre sobre el futuro de muchos inversores.

La medida del Supremo redefine las reglas del juego, obligando a los inversores a adaptarse a un nuevo escenario en el que el poder de decisión recae directamente en los vecinos, quienes ahora tendrán voz y voto para decidir el destino de cada inmueble. Con este cambio, el equilibrio entre el interés colectivo y la propiedad privada se vuelve más dinámico, dejando claro que la convivencia y la paz en el edificio pasan a tener un valor prioritario.

Pero, ojo, porque no todo es color de rosa. Mientras algunos vecinos aplauden esta medida como la cura perfecta para los conflictos y el caos, otros advierten que se podría estar abriendo la puerta a un desorden aún mayor en el mercado.

Y es que con menos pisos turísticos legales, es posible que la oferta se derrumbe y parte de esos inmuebles terminen en manos de arrendadores que opten por contratos temporales sin precio fijo o, peor aún, en el temido mercado ilegal. Mercedes Blanco, miembro del comité de dirección de Fincas Blanco, advierte: «En teoría, un aumento de la oferta de pisos en alquiler podría generar una bajada en los precios, pero en mi opinión hay tanta demanda versus oferta que no lo creo.»

La realidad es que, por muy estrictas que sean las nuevas reglas, el problema de fondo (la brecha entre la creciente demanda y la oferta limitada) seguirá siendo un reto monumental para este gobierno, que hasta el momento no ha encontrado la solución. Para Iñaki Unsain, Personal Shopper Inmobiliario y director general de ACV Gestión Inmobiliaria «La prohibición de pisos turísticos en ciudades como Madrid reducirá la oferta, pero no resolverá el problema de la vivienda. Muchos propietarios podrían optar por contratos temporales o incluso por el alquiler ilegal, lo que dificultará aún más el control del mercado».

El Supremo en acción: la sentencia que redefine el juego de los pisos turísticos

El Supremo En Acción: La Sentencia Que Redefine El Juego De Los Pisos Turísticos
Los Vecinos Podrían Enfrentar Consecuencias Judiciales

El Supremo ha marcado un antes y un después en el juego de los pisos turísticos al respaldar la posibilidad de que las comunidades de propietarios prohíban esta actividad mediante acuerdos adoptados por una doble mayoría cualificada de tres quintos. Esta sentencia, que en teoría despeja las dudas sobre el alcance de la LPH, transforma el régimen de libertad de ejercicio en uno de autorización previa.

Tratando de aterrizar el tecnicismo anterior, ahora cualquier propietario que decida convertir su piso en un alojamiento de alquiler turístico tendrá que obtener la aprobación expresa de la comunidad, lo que le da a los vecinos un control directo sobre la convivencia y el valor de sus inmuebles, detalles importantes que han pasado desapercibidos para muchos y que plantea un cambio radical en la forma como concebimos la relación entre la propiedad privada y el interés colectivo.

Todos estos cambios en el mercado inmobiliario han obligado a los inversores a ajustar sus estrategias y replantear su negocio. Por otro lado, a partir de ahora, los propietarios que no cuenten con el visto bueno de los vecinos podrían enfrentar consecuencias judiciales que pueden ir desde el cese inmediato de la actividad hasta indemnizaciones y sanciones.

De esta manera, el Supremo no solo redefine las reglas del juego, sino que también pone en jaque a aquellos que veían el alquiler vacacional como una fuente de ingresos, llegando a afectar incluso la economía de las familias y por supuesto, haciendo que el mercado se vuelva mucho más complejo.

Vecinos al mando: comunidades que dicen basta a la actividad turística

Vecinos Al Mando: Comunidades Que Dicen Basta A La Actividad Turística
Los Vecinos Han Tomado Las Riendas De Las Comunidades

Lo cierto es que con este pronunciamiento los vecinos han tomado las riendas de las comunidades y ya no se quedan callados ante el tema de los pisos turísticos. Es como si se formara un “comité anti-turismo” (lo que plantea a su vez, un tema completo para el sector turismo – PIB), donde cada voto cuenta para preservar la tranquilidad y el orden. La nueva ley parece ser la respuesta a años de reclamos por convivencias forzadas y molestias constantes.

Y vaya que están aprovechando este poder. Los propietarios que deseen convertir su piso en alojamiento vacacional ahora tienen que pasar por el filtro vecinal, lo que significa que cada solicitud es cuidadosamente examinada por aquellos que realmente viven allí. Para algunos expertos, esta revolución vecinal actúa como un freno a una actividad que, en exceso, puede minar la convivencia y disparar los precios del alquiler residencial.

Mercado en vilo: desafíos e incertidumbres para inversores y propietarios

Mercado En Vilo: Desafíos E Incertidumbres Para Inversores Y Propietarios
Los Propietarios Tratan De Sobrevivir En Un Mercado Inmobiliario Marcado Por La Incertidumbre

El mercado inmobiliario se ha convertido en una auténtica montaña rusa con los cambios en las leyes, y los inversores y arrendadores están “literalmente” colgados de un hilo. Los cambios en la normativa, parecen decidir si tu inversión se convierte en una fuente rentable o en un lío de incertidumbre. Cada contrato es una apuesta arriesgada para los inversores: un piso que antes se consideraba una fuente de ingresos puede acabar siendo una fuente de problemas legales o, peor aún, quedarse vacío por la falta de demanda.

Mientras tanto, los propietarios tratan de sobrevivir en un mercado inmobiliario marcado por la incertidumbre, cumpliendo con una normativa cambiante, las quejas de los vecinos y la presión de mantener un negocio rentable. Para Iñaki Unsain, la posibilidad de que la reducción de pisos turísticos genere una baja en los precios del alquiler no es realista, ya que «la demanda sigue siendo tan alta que la nueva oferta es demasiado pequeña para afectar el mercado».