Se acerca el final del invierno y todos queremos guardar nuestras prendas (¡abrigos de plumas, por ejemplo!) para el frio limpias y listas para usar el próximo invierno, así que si llevas semanas posponiendo el momento de lavar tu abrigo de plumas porque temes que acabe hecho un trapo, ha llegado la hora de enfrentarte a esa misión. No te preocupes, no necesitas ser un experto en lavandería para dejarlo como nuevo. Con estos consejos, tú plumas no solo quedará limpio, sino que seguirá manteniendo su forma y calor como el primer día. ¡Vamos a ello!
1Antes de meter el plumas en la lavadora: lo que no puedes olvidar
Aunque no seas un experto, antes de lanzarte al lavado, hay algunos detalles que necesitas tener en cuenta para evitar sorpresas desagradables, como encontrar el plumas destrozado. Primero, asegúrate de no necesitar tu abrigo durante unos días (por lo que esta es la peor época para lavarlo, porque todavía hace frio y lo estamos utilizando), esto porque el secado puede tardar más de lo que crees. El otoño, cuando aún no hace frío extremo, es un buen momento para esta tarea.
Revisa la etiqueta del plumas. Aquí descubrirás si es apto para lavadora, qué tipo de detergente usar y hasta cómo secarlo. Si no encuentras la etiqueta o está ilegible, contacta con el fabricante para evitar daños.
Otro punto clave es saber de qué está hecho tu abrigo. Si tiene relleno natural de plumas de oca o pato, necesitarás más cuidado que uno con relleno sintético. Si la etiqueta recomienda lavarlo a mano, hazlo. Un paño húmedo y detergente neutro pueden ser suficientes para mantenerlo limpio sin arriesgarte.
