Errores comunes que pueden dañar tu fontanería y cómo evitarlos

Seguro que alguna vez te has encontrado con un grifo que no deja de gotear o un desagüe que parece tragarse el agua a paso de tortuga. Son problemas que, aunque parezcan insignificantes, pueden convertirse en un auténtico dolor de cabeza si no los solucionamos a tiempo.

Y lo peor es que, en muchos casos, estos inconvenientes se deben a errores que cometemos sin darnos cuenta. Para ahorrarte disgustos y reparaciones costosas, hemos hablado con los expertos de fontaneros en Valencia, quienes nos han contado cuáles son los fallos más habituales y cómo evitarlos de manera sencilla.

#1 Verter grasa y aceites por el fregadero

Este es un error muy común. Muchas personas piensan que, si tiran el aceite o la grasa de la sartén por el fregadero con un buen chorro de agua caliente, no pasa nada. Pero la realidad es que, cuando el aceite se enfría, se solidifica y se pega a las tuberías, creando atascos difíciles de eliminar.

De hecho, con el tiempo, estos residuos se acumulan y pueden llegar a obstruir completamente las cañerías. ¿cuál es la mejor solución? Verter la grasa en un recipiente y desecharlo en la basura o, mejor aún, llevarlo a un punto de reciclaje de aceites usados.

#2 Uso excesivo de productos químicos desatascadores

Cuando el fregadero o el lavabo se atascan, muchos recurren a los famosos líquidos desatascadores. Sin embargo, lo que no saben es que estos productos contienen químicos muy agresivos que pueden dañar las tuberías con el tiempo, provocando corrosión, fugas y averías más graves.

En lugar de esto, prueba métodos menos agresivos, como una mezcla de bicarbonato de sodio y vinagre, o usa una ventosa para desalojar la obstrucción. Y si el problema persiste, lo mejor es llamar a un profesional antes de que la situación empeore.

#3 Ignorar pequeñas fugas de agua

Un goteo constante puede parecer un problema menor, pero a la larga representa un desperdicio de agua considerable y puede dañar las tuberías, provocar filtraciones y aumentar tu factura sin que te des cuenta.

Por eso, lo ideal es revisar periódicamente grifos, cisternas y tuberías en busca de fugas y repararlas cuanto antes. Si notas humedad en las paredes o en el suelo sin una causa aparente, podría ser un signo de una fuga oculta, en cuyo caso contar con fontaneros cerca de ti será clave para solucionarlo a tiempo.

#4 Mal uso del inodoro

El inodoro no es un cubo de basura, pero muchas personas lo usan como tal. Tirar toallitas húmedas, bastoncillos, algodones o cualquier otro residuo que no sea papel higiénico puede causar atascos en las tuberías.

Y aunque algunos productos se comercializan como desechables o biodegradables, lo cierto es que tardan mucho en descomponerse y pueden acumularse en el sistema de alcantarillado. Por eso, lo mejor es tener una papelera en el baño y asegurarse de tirar en el inodoro solo lo estrictamente necesario.

#5 Falta de mantenimiento periódico

Al igual que el coche necesita revisiones y mantenimiento para funcionar correctamente, la fontanería de tu casa también lo requiere. De hecho, limpiar los desagües, comprobar que no haya fugas y asegurarse de que todo está en buen estado puede ahorrarte muchas molestias y gastos innecesarios.

Lo ideal es hacer una revisión general con un profesional al menos una vez al año. Un fontanero experimentado podrá detectar problemas antes de que se conviertan en averías graves.

#6 Instalación inadecuada de electrodomésticos

Cuando compramos electrodomésticos como lavadoras, lavavajillas o calentadores de agua, es tentador instalarlos por nuestra cuenta para ahorrar dinero. Sin embargo, una mala instalación puede causar fugas, filtraciones o incluso daños estructurales si no se hace correctamente.

Para que eso no suceda asegúrate de seguir las instrucciones del fabricante al pie de la letra o, si tienes dudas, recurre a un profesional para evitar problemas a largo plazo.

#8 Intentar reparaciones sin conocimientos previos

El famoso «hazlo tú mismo» puede ser útil para muchas cosas, pero cuando se trata de fontanería, no siempre es la mejor idea. A menos que tengas experiencia, intentar reparar una fuga o cambiar una tubería sin conocimientos previos puede hacer más daño que bien.

Muchas veces, en lugar de solucionar el problema, se agrava, lo que termina costando más tiempo y dinero. Si no estás seguro de cómo solucionar un problema de fontanería, lo mejor es llamar a un profesional que pueda hacerlo de manera segura y efectiva.