A pesar de la preocupación que puede generar la noticia de un asteroide acercándose a la tierra, José María Madiedo, investigador del Instituto de Astrofísica de Andalucía, no está especialmente preocupado por los reportes de la NASA y pues asegura que lo esperado con los reportes actuales es que el asteroide no se estrelle en la tierra, y que incluso si lo hace no termine generando daños mayores a pesar de su tamaño. Así lo ha explicado el astrofísico en conexión con el plató de Vida TV.
«Lo que está ocurriendo es que este asteroide se detectó hace relativamente poco, el 27 de diciembre, y para conocer con suficiente certeza si se va a producir o no un impacto, hay que conocer con precisión su órbita en el Sistema Solar. Y para conocer su órbita con suficiente precisión hay que hacer muchas observaciones del objeto», aclaró, señalando que aunque hayan aumentado las posibilidades de que se estrelle el asteroide, alcanzando un 2% el día de hoy, no es de esperar que estas sigan aumentando.
Pero para el científico el aumento de las posibilidades de estrellarse no es algo fuera de lo común. «Se han hecho observaciones solamente durante algo más de 40 días. Y esas nuevas observaciones que se han hecho en los últimos días han sido las que han aumentado el riesgo de impacto. Esto es normal en estos casos, que el riesgo de impacto fluctúe y al principio vaya al alza, pero lo que suele ocurrir en todos estos casos, por lo menos hasta ahora lo que ha ocurrido, es que conforme hay nuevas observaciones, después de esa subida del riesgo, el riesgo baje» .explica Madiedo quien además sentencia, «finalmente, en todos los casos que se han tratado hasta ahora, ese riesgo ha terminado por desaparecer».
No es un dato secundario, pero sí que aclara que a pesar de las preocupaciones que puede generar un titular en este tipo de situaciones, muchas veces los cientificos están más acostumbrados a seguirlas que el ciudadano de a pie.
NO SE PUEDE PREDECIR AÚN DONDE ATERRIZARÍA EL ASTEROIDE
En cualquier caso, el científico acepta que, si el asteroide llega a entrar en la atmosfera, todavía no está en una posición en la que sea fácil predecir su trayectoria. «Todavía es muy, muy, muy prematuro dar una posible zona de impacto, porque la trayectoria se conoce con una precisión tan baja, que de hecho se desconoce siquiera si va a impactar», explicó.
«No se va a poder determinar una zona de impacto con suficiente precisión hasta que no pase más tiempo, hasta que no estemos bastante más cerca de ese desenlace. Pero de hecho, simplemente por probabilidad, porque el planeta está cubierto en un 75% por agua, lo más probable es que impacte en una zona de agua y que lo haga, de hecho, en el Océano Pacífico» explicó, más adelante dijo que a pesar del tamaño de la roca esto no tendría que traducirse en una catástrofe, aunque si podría ocurrir si además de caer en el mar lo hace en una zona cercana a tierra.
Lo mismo considera que ocurriría en caso de que se estrellara en una zona desértica. «Sería simplemente una afectación local. No provocaría un efecto tan grave como para producir lo que se conoce como el análogo a un invierno nuclear, que tapase el sol y demás. Sería un efecto mínimo sobre una zona que podría, por ejemplo, ser del tamaño de la isla de Gran Canaria, unos 2.000 kilómetros cuadrados. Eso es lo que se entiende por una afectación local en este contexto, pero no iría más allá de eso», explicó.