Spotify está disfrutando de un momento dulce. Mientras esquiva las balas por las críticas debido a sus efectos en la industria musical, la plataforma de streaming sigue adelante presumiendo de números verdes y de, por primera vez, presumir de un año completo como empresa rentable. La sorpresa, si se ven los datos con lupa, es que la empresa tiene una diferencia importante con otros medios de comunicación y con las plataformas de streaming audiovisuales: La mayoría de sus ingresos llegan de las suscripciones a la versión premium de la plataforma, en lugar de llegar de la publicidad o de las nuevas opciones de ventas en el sistema.
Específicamente, los anuncios en la plataforma generaron unos 1854 millones de euros durante 2024, un aumento anual del 7% en este tipo de ingresos, mientras tanto los ingresos por las suscripciones en la plataforma alcanzaron los 13819 millones de euros, es decir un aumento del 17% con respecto al año anterior. Es un dato que viene de la mano de los récords de suscriptores que han roto en un 2024, que ha sido clave para la industria musical, no solo para Spotify, gracias al éxito de las grandes giras internacionales como el Eras Tour y la explosión simultánea de 3 superestrellas como han sido Sabrina Carpenter, Charli XCX y Chapell Roam.
Es cierto que todavía hay retos clave para la empresa sueca. A pesar de que su fundador y consejero delegado, Daniel Ek, tiene motivos para celebrar, y ha dejado claro en su presentación de resultados a los accionistas que el objetivo es mantener el crecimiento de usuarios e ingresos este año, sigue siendo una industria complicada en el largo plazo, y aunque siguen teniendo la ventaja de haber sido los primeros en este modelo de negocio, no pueden ignorar el crecimiento de opciones como Amazon Primer Music, Apple Music o Tidal.
DATOS QUE PUEDEN APUNTAR POR LA VERSIÓN DE ALTA FIDELIDAD DE SPOTIFY
En cualquier caso, Spotify sigue buscando nuevas estrategias tanto que mejoren sus ingresos como la relación con los artistas que hacen vida en la plataforma. Además de una fuerte inversión en aumentar el contenido disponible en la plataforma más allá de la música, sumando pódcast originales y audiolibros a un catálogo que también prometen seguir expandiendo en 2025, la empresa también ha facilitado el anuncio de conciertos, la venta de entradas y la venta de mercancía de los artistas a través de la misma aplicación.
Una de las opciones más solicitadas por los usuarios, y por los músicos, es la de una aplicación de alta fidelidad que mejore la calidad del audio para los oyentes. Es una opción que ya ofrecen algunos competidores, en particular Tidal la aplicación de streaming creada por Beyoncé, Jay-Z y Jack White, siempre ha presumido de la calidad de su sonido, aunque su catálogo no puede compararse con sus competidores más cercanos.
Ya Spotify ha coqueteado con la idea, de hecho el concepto de Spotify Blue, como se llamaría esta versión, sigue presente en varias de sus declaraciones. Al mismo tiempo revisar las grabaciones originales de todo el catalogo y editarlas para esta nueva versión puede ser una inversión demasiado grande si el número de usuarios sigue creciendo. Lo cierto es que la plataforma ha demostrado que mientras algunos, como Netflix, apuestan por aumentar la rentabilidad de cada suscriptor, la ventaja de la empresa sueca sobre sus rivales les permite seguir creciendo en el total de suscriptores, una realidad distinta al mundo audiovisual.
LA INDUSTRIA MUSICAL SIGUE CREYENDO QUE NECESITA MÁS OPCIONES
Mientras tanto, desde el resto de la industria musical se sigue viendo con cierto escepticismo a una empresa que saben está en el centro de la rutina de la mayoría de los oyentes. Es evidente que el objetivo es aumentar los ingresos que generan los artistas, pues esto se traduce también en mejores datos para las discográficas y las productoras de conciertos. En cualquier caso, por ahora solo han conseguido opciones que complementan estás estrategias.
Esto explica los esfuerzos de mejorar las ventas de discos de vinilo, entradas y mercancías de los artistas. Incluso en esta situación es complicado que se despidan del todo de Spotify, como lo han intentado en el pasado nombres como Taylor Swift, Tool o Neil Young, artistas que han tratado de mantener su distancia, pero que saben que necesitan la plataforma para conseguir nuevos oyentes.