La relación entre Juan Carlos I y Sofía de Grecia, ha sido de los temas más comentados con respecto a la monarquía española; y es que, aunque durante décadas, la pareja mostraba una imagen pública de compromiso y unidad, lo cierto es que los escándalos que han salido a la luz en los últimos años, han dado a entender que la verdad es más compleja de lo que pretendían mostrar.
Se ha dado a conocer hace pocos meses la forma en la que la reina emérita descubrió una de las infidelidades del padre de Felipe VI, infidelidad que marcó un punto de inflexión en su unión.
3La influencia de la reina Federica en las decisiones de la reina de Sofía
Durante su estadía en la India, la reina Sofía recurrió en búsqueda de consuelo y apoyo a su madre, la reina Federica y también en Irene, su hermana, con quien mantiene una especial cercanía en la actualidad. Ahora bien, aunque la escucharon, lo cierto es que recibió a cambio una lección que la marcaría, ya que, como reina, debía poner, sobre cualquier cosa, sus responsabilidades como miembro de la familia real.
La madre de la reina Sofía era conocida por ser una mujer de temple, de carácter, así que, en lugar de dar comprensión a los sentimientos de su hija, le dejó muy claro que su papel como reina y madre de un heredero al trono español, era más importante que cualquier desavenencia en su matrimonio.
La reina Sofía regresó a España bajo la insistencia de su madre, así que continúo frente a sus responsabilidades, dejando de lado cualquier sentimiento. La presión de su familia y su propio sentido del deber, llevaron a la reina Sofía a tomar una decisión que marcaría el resto de su vida: estar al lado de Juan Carlos y asumir su papel dentro de la monarquía sin importar lo que le costaría a nivel emocional.