La relación entre Juan Carlos I y Sofía de Grecia, ha sido de los temas más comentados con respecto a la monarquía española; y es que, aunque durante décadas, la pareja mostraba una imagen pública de compromiso y unidad, lo cierto es que los escándalos que han salido a la luz en los últimos años, han dado a entender que la verdad es más compleja de lo que pretendían mostrar.
Se ha dado a conocer hace pocos meses la forma en la que la reina emérita descubrió una de las infidelidades del padre de Felipe VI, infidelidad que marcó un punto de inflexión en su unión.
2El descubrimiento que lo cambió todo
La primera crisis matrimonial entre Sofía y Juan Carlos, se desató en 1975, cuando, en una actividad de cacería en la finca La Encomienda de Mudela, ubicada en Ciudad Real. En un viaje que hizo Juan Carlos, y al que, normalmente, Sofía no le acompañaba, su esposa decidió llegar de pronto, encontrándose con la escena que cambiaría su vida y la manera en que miraba a su esposo.
Cuando Sofía encontró a su esposo, este estaba en compañía de una íntima amiga en una situación que dejaba poco espacio para la duda: La reina quedó significativamente marcada por este encuentro, y según revelaron fuentes cercanas a la familia real, se sintió traicionada y humillada, un golpe devastador para la madre de Felipe VI.
Tras el hallazgo, la reina, sintiéndose burlada, decidió abandonar Zarzuela y trasladarse a la India, lugar en el que se reunió con su madre, la reina Federica, y también con su hermana Irene. Este viaje no fue solo un escape temporal, sino un intento de reflexionar sobre su futuro y el de sus hijos. No obstante, las cosas serían para ella más complejas de lo que podía imaginar.