Meat pie o el clásico pastel de carte de toda la vida vamos, eso es lo que aprenderemos a hacer el día de hoy. Si eres de los que disfruta probando cosas nuevas en la cocina, prepárate para viajar a Australia sin salir de tu cocina con uno de los platos más representativos de ese país. El meat pie, o pastel de carne, es mucho más que un simple plato: es una institución en la cultura australiana.
Este plato es además de un símbolo para los australianos, un plato crujiente por fuera, jugoso por dentro, este pastel es la combinación perfecta de sabores que te hará volver por más. Y lo mejor de todo: no necesitas ser un chef para prepararlo. ¡Vamos a por ello!
1Un poco de historia del meat pie: de Europa a Australia
Como un poco de historia no le hace mal a nadie, aprovecho y te cuento un poco sobre el origen de este plato. Aunque el meat pie es ahora símbolo de Australia, su historia comienza mucho antes. Todo empezó con los antiguos egipcios, quienes según los registrosya experimentaban con masas rellenas, aunque eran más dulces que saladas.
Posteriormente, los griegos y romanos también se sumaron a la tendencia, usando masas gruesas como «envases» para conservar la carne. Pero no fue hasta la Edad Media en Europa cuando estos pasteles se perfeccionaron para preservar alimentos, usando masas duras que, curiosamente, no se comían, ¡A que no sabías este dato¡ y es que todos los días se aprende algo nuevo.
Cuando los británicos colonizaron Australia en 1788, trajeron consigo esta deliciosa tradición, como era de esperarse. De hecho, el meat pie estuvo en el menú del primer banquete oficial en Sídney para celebrar el cumpleaños del rey Jorge III. Rápidamente, se convirtió en un alimento básico que podías encontrar en cualquier esquina.