Si algo nos ha dejado claro Quentin Tarantino a lo largo de los años es que su gusto cinematográfico es tan impredecible como él. Puede adorar películas que la crítica ha destrozado sin piedad y, al mismo tiempo, despreciar a grandes directores como si fueran amateurs. Y esta vez no ha sido la excepción: el cineasta ha confesado en su podcast que considera Gremlins 2 una auténtica obra maestra. Sí, esa secuela que en su día fue vapuleada por todos.
1Un fracaso que mató una franquicia
Cuando Gremlins llegó a los cines en 1984, fue un éxito absoluto. Monstruos traviesos, un toque de terror, mucho humor negro… ¿qué podía salir mal? Pues, al parecer, la secuela. En 1990, Gremlins 2: La nueva generación intentó repetir la fórmula, pero con un tono más caótico y paródico que desconcertó a la audiencia.
La película no solo recaudó menos de lo esperado, sino que también fue duramente criticada por alejarse del tono original. Como resultado, la franquicia se quedó en solo dos entregas, sin más secuelas ni intentos de resurrección durante décadas. Pero Tarantino, siempre llevando la contraria, ve en ella algo que el resto del mundo no supo apreciar.