Si hay un plano polémico en el cine del que se han escrito ríos de tinta, ese es sin duda alguna el mítico cruce de piernas durante un interrogatorio policial a Sharon Stone en el film ‘Instinto Básico’. Una película de 1992 dirigida por el siempre polémico Paul Verhoeven y que contó como protagonista masculino a Michael Douglas, quien actúo junto al mito erótico que en los años noventa fue la citada Sharon Stone.
En este film también actúa y con bastante notoriedad Jeanne Tripplehorn, una actriz que desapareció de la actuación a comienzos de este siglo, pero que a finales de la década de los 80 y durante todos los años 90 tuvo cierto éxito en bastantes producciones norteamericanas.
ESCENA POLÉMICA
La escena en sí es paradigmática y polémica. En los estudios de la Columbia en Los Ángeles, Sharon Stone se dispone a rodar la escena de su vida. Una escena sin esfuerzo físico. Solo trabaja con la mirada y debe estar bien pues esta secuencia es fundamental para el personaje. Es ella sola frente a cinco hombres. Cinco policías inteligentes y curtidos en su profesión que la interrogan. Pero sin embargo, ella los maneja a su antojo. Utiliza el sexo y el erotismo para ello en sus respuestas.
Para la escena Sharon Stone está embutida en un ceñido vestido blanco y sentada frente a varios policías, enciende un cigarrillo. Ellos la preguntan por la relación que tiene con un hombre asesinado. Su respuesta inquietante: «Practiqué sexo con él durante año y medio. Me encantaba el sexo con él.(No le asustaba experimentar». En ese instante la actriz descruza las piernas y muestra la falta de ropa interior. El resto es ya historia
Había nacido el instante más pausado de la historia del vídeo y el DVD. El momento congelado que todo el mundo quiso ver. Con posterioridad vino la polémica. Las malas lenguas explicaron que la escena no estaba en el guion. Supuestamente Verhoeven engañó a Sharon Stone a última hora para que mostrara sus genitales. «Recuerdo perfectamente que Paul me pidió que me quitara la ropa interior. Supuestamente había un problema de luz y mis bragas se trasparentaban», expuso la afamada actriz en su día.
«Me dijo que no se vería nada. Pero en una proyección ante 20 personas, me di cuenta de que Paul me había engañado. Mi ego se llevó un golpe terrible y me sentí como violada», reconoció Stone. Por su parte, Verhoeven reconoció que la escena no estaba en el guion original. Y que fue él quien la ideó. «Mi contribución al guion de Instinto Básico se limitó a la escena de Sharon Stone abriendo las piernas», declaró el cineasta.
Pero el propio director también remarcó que el plano estaba pactado con la actriz durante el rodaje. Y que al principio no fue ella quien puso pegas, sino su agente cuando lo vio. Una polémica que coronó la complicada relación que mantuvieron durante el rodaje director y actriz. Pero que Verhoeven supo manejar en beneficio de la película.
«Sharon y yo teníamos una relación que echaba chispas. Esas chispas no las utilizamos para irnos a la cama, sino que las volcamos íntegramente en la película», añadió el holandés. Un film al que siempre acompañó la polémica, y que en su día fue el guion más caro de la historia. Escrito por Joe Eszterhas que era conocido por sus libretos para ‘Flashdance’ o la ‘Caja de música’, cobró 3 millones de dólares por este Thriller psicológico, y que el propio guionista aseguró que solo lo llevó 10 días.
ARGUMENTO
Johnny Boz, antiguo cantante de rock y propietario de un nightclub de San Francisco, aparece brutalmente asesinado en su cama. La última vez que se le vio estaba con su novia, Catherine Tramell (Sharon Stone), una atractiva escritora de novelas de intriga. El agente Nick Curran (Michael Douglas), que atraviesa un mal momento, pues acaba de desintoxicarse de su adicción al alcohol y a las drogas, recibe el encargo de vigilar a Catherine, principal sospechosa del crimen.
Curran atraído por Tramell vive un romance obsesivo con ella y lo desvía de la investigación por asesinato. Con esta trama, el director crea una atmósfera deudora de películas como Perdición de Billy Wilder en la que el deseo y el sexo se convierten en un juego muy peligroso. El resultado fue bueno y el thriller psicológico con tintes eróticos se puso de moda, muchas obras de esos años intentaron copiar la formula del éxito. Desde los tiempos del último tango en París, ninguna película comercial había mostrado secuencias de sexo tan explícitas, aupando a los protagonistas a un punto alto de su carrera.
De forma especial a Sharon Stone, que había aparecido en una veintena de películas sin apenas tener éxito personal. Con 33 años se vio en la tesitura de aceptar el papel con un alto contenido erótico que otras actrices consagradas habían rechazado, Julia Roberts, Melanie Griffith, Michelle Pfeiffer, fueron algunas de ellas. Stone que conocía a Verhoeven de trabajar en ‘Desafío total’ aceptó para relanzar su imagen.
Dado su fuerte contenido sexual y violento, la película tuvo problemas para conseguir la calificación R, la que permitía su estreno en salas normales. Hubo que esconder algunos planos. Verhoeven hizo hasta 40 cortes para que la película no fuera calificada porno. Por este motivo, hay dos versiones del film. La americana, censurada, y la europea, sin censurar. En total, hay una variación de 42 segundos de una versión a otra.
Por otro lado, durante el rodaje el guion se filtró y se produjeron manifestaciones y actos de protesta contra la película. Los manifestantes proferían gritos y silbidos en las localizaciones de exteriores para arruinar la toma o lanzaban bombas de pintura.
Este boicot no era obra de asociaciones moralistas como suele ser lo habitual. Los que estaban de uñas eran los miembros de la comunidad gay de San Francisco, que se quejaron de la mala imagen que se daba de las lesbianas en la película, como mujeres carentes de sentimientos y potenciales asesinas.
Al final Sharon Stone salió disparada hacia el estrellato, convertida en el mito erótico por excelencia de la década de los 90. Más de 30 años después de su estreno, ‘Instinto Básico’ permanece como una película modélica en su género, símbolo de una época, aquella en la que el thriller y el erotismo decidieron ir de la mano en su forma más explícita, comercial y exitosa.