Badenes ilegales, una plaga en las ciudades españolas que no todas cumplen

Entre los grandes enemigos de los coches y conductores se encuentran los badenes, especialmente los llamados badenes ilegales. Así es como son popularmente conocidos los resaltos de la carretera que tienen como objetivo el mantener una velocidad de circulación reducida en algunas zonas.

Está demostrado que, a la larga, provocan daños en los vehículos y tienen que cumplir una normativa para ser legales. Es ahí que, cuando no cumplen con la normativa vigente, se convierten en «badenes ilegales», generando riesgos para conductores y también para peatones.

LOS BADENES ILEGALES SUELEN ESTAR O MAL DISEÑADOS O MAL UBICADOS, Y CARECEN DE UNA SEÑALIZACIÓN ADECUADA

Actualmente, en España son varias las ciudades en las que sus conductores han presentado quejas a la DGT y a los ayuntamientos por la utilización de estos sistemas que suelen estar mal ubicados, o directamente mal diseñados, a veces las dos al mismo tiempo, y normalmente carecen de la señalización adecuada que advierta a los conductores de su presencia.

Pueden estar hechos de materiales inapropiados, ser demasiado altos o estar situados en áreas donde la velocidad permitida no justifica su uso. En cualquier pequeña población vamos a encontrar estos elementos, que en los últimos años han multiplicado su presencia.

Badenes Ilegales Ciudades Españolas

Ante esto, y según la asociación de Automovilistas Europeos Asociados (AEA), los resaltes que no cumplen con las medidas y apariencia estandarizadas pueden ser considerados como obstáculos en la calzada según el artículo 5 del Reglamento General de Circulación y, por este motivo, anima a los conductores afectados por estos «sube y baja» a denunciar a los Consistorios que se niegan a cambiarlos alegando que la norma creada por el Ministerio de Fomento para regularlos sólo se refiere a carreteras de ámbito estatal.

HASTA EL 60% DE LAS 4 CIUDADES MÁS GRANDES SE CONSIDERABAN ILEGALES

De hecho, y si juntamos los datos de ciudades como Madrid, Barcelona, Valencia y Sevilla, las cuatro más grandes por población, hasta el año 2023, hasta el 60% de los dispositivos de este tipo instalados en las calles de estas se han considerado como badenes ilegales. Una situación que, al margen de los daños que pueden ocasionar en los vehículos estos resaltes en ocasiones muy por encima de su altura, ponen también en riego la salud de los automovilistas y resta efectividad a estos dispositivos creados para impedir excesos de velocidad.

Y es que la función principal de los badenes es reducir la velocidad, siendo un obstáculo especialmente diseñado para poder ser atravesado a una determinada velocidad (generalmente por debajo de 50 km/h) sin que el vehículo que lo atraviesa sufra ningún tipo de daño.

Como Son Badenes Ilegales

Claro, que la teoría es esa, pero en la realidad es casi imposible encontrar un badén o resalto bien diseñado, de manera que es frecuente encontrarse con elementos de esta familia que no se ajustan a la legalidad. No es un tema baladí, ya que un badén que no se ajuste a la legalidad puede provocar más daños:

  • Daños en piezas del vehículo si resultan demasiado agresivos en su diseño.
  • Mayor peligro para peatones o usuarios que lo atraviesan a pie.
  • Mayor probabilidad de daños y lesiones para ocupantes de un vehículo con malas condiciones de salud.

CÓMO SABER SI UN BADÉN ES ILEGAL

En la Orden FOM/3053/2008, publicada en el Boletín Oficial del Estado, el 29 de octubre de 2008, fue aprobada la Instrucción Técnica para la instalación de badenes en la red de carreteras del Estado.

El mencionado marco legal regula la elaboración, disposición, materiales a utilizar y señalización necesaria, para que los reductores de velocidad cumplan su finalidad y no generen mayores riesgos a la ciudadanía. Por ejemplo, si la velocidad máxima permitida es menor a 50 km/h, estos badenes deben tener una altura entre 5 y 7 cm y una longitud entre 60 y 120 cm.

Es ahí que, por su parte, los badenes ilegales se pueden identificar fácilmente, tanto por sus características físicas como por su modo de elaboración:

  • Son de tamaño exagerado, ya sea en altura o en longitud.
  • Su ubicación es incorrecta, pues no advierten las zonas de cuidado, sino que se sitúan sobre ellas.
  • Los recursos empleados son de baja calidad, lo que genera en ellos un rápido desgaste y deterioro.
  • No están correctamente advertidos por señales o reflectores de luz, y no son fáciles de percibir a altas velocidades o en la oscuridad.

Los rasgos anteriormente mencionados, generan una serie de riesgos a la conducción y también al tránsito peatonal.

LOS BADENES ILEGALES PUEDEN LLEGAR A OCASIONAR IMPORTANTES DAÑOS

No solo los coches y conductores pueden sufrir daños por la disposición de badenes ilegales en la vía. Aunque muchas veces estos elementos son elaborados para protegerlos, o proteger a peatones, una elaboración, ubicación o señalización incorrecta pueden ocasionar efectos totalmente opuestos.

Algunos de los principales peligros que pueden presentarse, son los siguientes:

  • El coche recorre más distancia, hasta su caída, de la prevista. Hay badenes que son muy extensos, altos, y que además no están correctamente señalados. Estas características pueden convertir a los reductores de velocidad en una especie de rampa, que eleve la velocidad del coche y le haga recorrer distancias más largas, cuando el fin es precisamente el contrario. Esto aumentaría la posibilidad de accidentes viales.
  • El coche puede sufrir daños en algunas de sus piezas. Ya sea al impactar con el badén o al momento de la caída, algunas piezas del coche, como el cárter o los amortiguadores, pueden deteriorarse o incluso romperse. Si los badenes no están bien señalados, los conductores pueden confundirlos con obstáculos y perder el control del vehículo en el intento de evadirlos. De esta manera, podrían generarse colisiones y daños mayores a la carrocería.
  • Los neumáticos pueden cortarse o abultarse. Ante el deterioro o la utilización de materiales de baja calidad, los badenes pueden tener bordes cortantes y ocasionar daños a los neumáticos. Ello se traduciría en gastos imprevistos para el conductor, además de un peligro para la conducción en caso de romperse o reventar el neumático.

Como decimos, todos los badenes tienen que cumplir la normativa estipulada en cuanto a su ubicación con su correspondiente señalización. En caso de no cumplir con todo ello podrían ser clasificados como ilegales denunciables. Para reportarlos hay que hacerlo siempre ante el organismo titular de la vía donde se encuentran, que suele ser el Ayuntamiento ya que la mayoría se ubican en espacios urbanos.