Y es que preparar una bechamel no es una tarea fácil y si lo que hay en juego es la cremosidad de las croquetas, la presión aumentaLas croquetas son uno de esos platos típicos españoles que nunca pasan de moda porque está asociado además a recuerdos familiares, ¿quién no tiene una imagen de la abuela haciendo croquetas un domingo cualquiera?.
Y es que las croquetas son versátiles, irresistibles y, cuando las preparas en casa, el resultado es aún mejor. Pero, ¿cuál es el secreto para que queden realmente perfectas? Para responder a esta pregunta tienes que preguntarle a la abuela. ¡Todo empieza con una bechamel cremosa! Aquí te cuento todos los trucos para conseguir esa textura ideal y evitar que se te convierta en un mazacote.
2El truco infalible para evitar los grumos, otros de los errores comunes que cometemos
El truco definitivo para que no se formen esos molestos grumos en la bechamel es moverla constantemente y con ganas, puede resultar agotador créeme, pero es la única forma. La harina y la leche deben integrarse bien, así que asegúrese de usar unas buenas varillas y de no dejarla sola, ¡nada de despistes!
También es crucial que la leche esté a temperatura ambiente o templada antes de agregarla. Si la añades fría, es más probable que se formen esos grumos difíciles de solucionar. Otro consejo: si tienes tiempo, deja que la bechamel repose en la nevera unas horas (o incluso toda la noche). Esto no solo facilitará que les des forma a las croquetas, sino que las hará aún más cremosas.