Carlos Alcaraz, decidido a conquistar una pista asiática desconocida
Tras dejar atrás el Open de Australia, Carlos Alcaraz ya se enfoca en su próximo reto: el ATP 500 de Rotterdam. En este torneo, Jannik Sinner habría defendido su título, de no ser por su reciente baja. «Después de consultarlo con mi equipo, tomamos la difícil decisión de retirarnos del ABN AMRO Open», anunció el flamante campeón de Melbourne.
Carlos Alcaraz sí estará presente en Rotterdam, donde enfocará todos sus esfuerzos en el torneo neerlandés. Como primer cabeza de serie, el vigente subcampeón olímpico buscará brillar en el certamen, con Daniil Medvedev y Andrey Rublev como sus principales rivales. Después de Rotterdam, Carlos Alcaraz pondrá rumbo a Doha, donde intentará acortar la distancia en el ranking ATP con Jannik Sinner, aunque el italiano aún mantiene una ventaja considerable. Sin embargo, esta mañana se ha revelado un inesperado cambio en la planificación del murciano para el tramo final de la temporada.
El nuevo destino de Carlos Alcaraz
Carlos Alcaraz competirá por primera vez en el ATP 500 de Tokio este año, optando por este torneo en lugar del de Pekín, donde defendía título y había sido un habitual en temporadas anteriores. El evento japonés, que se celebrará del 22 al 30 de septiembre, se incorpora así por primera vez a la planificación del murciano.
Este ajuste en su calendario ha sorprendido, especialmente en Pekín, donde había gran expectativa por el regreso de su último campeón. Curiosamente, aquel torneo fue también el escenario de la última derrota de Jannik Sinner en pista dura, en un épico triunfo de Alcaraz. Pero prefiere cambiar de escenario.
Tokio, la primera parada de la gira asiática
Este ajuste en la planificación de Carlos Alcaraz supone una variación importante en su calendario, ya que Tokio se convierte en el punto de partida de su gira asiática. Hasta ahora, el murciano había sido un habitual en el torneo de Pekín, donde el año pasado logró el título en una de sus mejores actuaciones sobre pista dura. Sin embargo, en esta ocasión ha decidido cambiar de rumbo y apostar por el ATP 500 de Tokio, un certamen que nunca antes había disputado y que le permitirá explorar nuevas oportunidades en su camino hacia el tramo final de la temporada.
La decisión de incluir el evento japonés en su hoja de ruta implica, inevitablemente, la renuncia a la defensa de su corona en Pekín, un torneo que en ediciones anteriores ha logrado atraer a grandes figuras del circuito gracias a su alto presupuesto y prestigio. Su ausencia en la capital china marcará un punto de inflexión en su estrategia de final de año, ya que deberá buscar nuevos escenarios para sumar puntos en la lucha por escalar posiciones en el ranking ATP. Con esta modificación, Alcaraz reafirma su intención de seguir adaptando su calendario en función de sus necesidades y objetivos, priorizando su preparación y gestión física para afrontar con garantías el tramo decisivo de la temporada.