La octava temporada de ‘La Isla de las Tentaciones’ en Telecinco está en plena ebullición, generando debates acalorados en redes sociales y manteniendo en la palestra distintas controversias que están constantemente dejando a la audiencia con la respiración contenida ante cada nueva hoguera que se enciende.
Con esto, no cabe duda que el programa hace honor a su nombre, llevando al extremo a cada uno de sus participantes y seguramente a cada uno de los telespectadores manteniéndolos con deseos de ver más de este reality en la pantalla chica. Es innegable que esta apuesta de la televisora, se mantiene más vigente que nunca y promete perpetuarse por un largo tiempo.
4Sandra Barneda no se calla y da la cara
Ante la ola de comentarios y especulaciones tanto dentro de las redes sociales como fuera de ellas, Sandra Barneda ha decidido romper su silencio. En una entrevista con El Generacional, la presentadora abordó el tema con su habitual elegancia y reserva. Al preguntarle sobre la «tentación» de José Carlos, su respuesta fue esquiva pero intrigante: «Pues no sé, se lo preguntaré, no me había dado cuenta en la isla«.
Esta declaración de la presentadora, muy lejos de aclarar la situación, la envuelve aún más en misterio, y con esto alimenta muchísimo más las diferentes teorías de los fans en las diferentes redes sociales y pone quizá un poco más de picante a la situación.
Barneda no pudo evitar hacer referencia a la frase pronunciada por el participante al final de la hoguera, ese «Gracias por venir«, a lo que la presentadora ha explicado textualmente: «Es que como vienen más momentos… Es que es tal avalancha que no te da tiempo, es tal torrente de lo que decía que no te da tiempo a decir nada.
El “gracias por venir” es porque él estaba desbordado, entonces no sabía ni lo que estaba diciendo» atribuyendo con esta explicación que la frase solo se debió a la intensidad emocional del momento. Sin embargo, su explicación no logra dejar ver la claridad acerca de la verdadera motivación de José Carlos al acercarse a ella y no temer exponerse al dejar ver sus muestras de cariño.
