Fernando Alonso cuenta momentos importantes de su vida para entender su carrera
La primera parte de la pretemporada de Fórmula 1 2025, enfocada principalmente en la preparación física, salvo excepciones como la de Andrea Kimi Antonelli, quien ya tuvo la oportunidad de subirse a un monoplaza, dejó claro que Fernando Alonso está más comprometido que nunca. A sus 43 años, el piloto asturiano ha llevado su cuerpo al límite, especialmente su cuello, con el objetivo de llegar en plena forma tanto a los test de Baréin como a la primera carrera de la temporada en Melbourne. Su esfuerzo refleja la ambición y la pasión que aún lo impulsan en el exigente mundo de la Fórmula 1.
El nuevo Aston Martin será determinante para marcar el rumbo de la temporada. Desde las mejoras en el monoplaza hasta los cambios internos con la llegada de caras nuevas en puestos clave del equipo, todo apunta a un año lleno de retos y oportunidades. Alonso, sin embargo, llegará más motivado que nunca, dispuesto a demostrar que sus habilidades al volante siguen siendo excepcionales y que aún puede competir al más alto nivel en el ‘Gran Circo‘.
Las salidas, su mejor virtud
Las salidas han sido siempre una de sus mayores virtudes, marcando la diferencia desde el instante en que se apagan las luces. Su capacidad para encontrar huecos imposibles y adelantarse a sus rivales es una demostración de inteligencia y destreza únicas. Entre sus momentos más memorables destaca el Gran Premio de España de 2011, cuando se abrió paso por el interior de la recta entre los dos imbatibles Red Bull. Sin embargo, su colección de maniobras brillantes no se detiene ahí: el adelantamiento por el exterior a Sergio Pérez en China 2024 y la precisión quirúrgica con la que ejecutó movimientos en Zandvoort 2023 son ejemplos recientes de su maestría al volante.
Rendir bajo presión y sacar el máximo rendimiento del coche son otras de sus grandes cualidades, demostradas una y otra vez a lo largo de su carrera. Su inolvidable stint nocturno en las 24 Horas de Le Mans de 2018, donde remontó con el Toyota mientras le decía a su ingeniero: «Dime si quieres otro«, es una prueba de ello. Lo mismo ocurrió en Daytona, donde dejó asombrado incluso a su equipo, inspirando al legendario Wayne Taylor a describirlo como «Dios cuando se baja el casco«. Esa habilidad para exprimir cada máquina, incluso cuando no es la más competitiva, ha sido un sello de su carrera. «Ha sido la historia de mi vida, competir con unas armas un poco inferiores a los demás«, explicó, dejando claro que volverá en 2025 con la misma determinación que siempre lo ha caracterizado.
Una declaración de intenciones
La manera en que abre su corazón es toda una declaración de intenciones, propia de un piloto que se conoce a sí mismo y que sigue empujándose al máximo de cara a 2025. Su forma de trabajar no ha cambiado desde sus inicios, cuando, como niño prodigio, tomó el kart que su hermana no quiso. Esa experiencia lo moldeó y lo hizo más fuerte. «Desde pequeño solo tenía un kart cuando empecé a conducir«, recordó, evocando esos años formativos que definieron su carácter competitivo. «Cuando llovía, todos los niños corrían con los neumáticos de lluvia y yo lo hacía con los de seco porque no teníamos dinero para comprarlos«, añadió. Así se formó el corazón de un campeón. Lo demás, como suele decirse, es historia.
A pesar de sus 43 años, Alonso no parece tener fecha de caducidad. En el documental Decoded, dejó un mensaje que invita a reflexionar sobre su futuro: «Antes los pilotos empezaban con 35 años y corrían hasta los 50″, comentó, cerrando con una sonrisa llena de significado. Tal vez quede mucho por ver aún de su carrera. Con un panorama ilusionante para 2026, Alonso enfrenta un 2025 en el que Aston Martin busca revolucionar su equipo, y él llegará dispuesto a demostrar que su pasión y talento siguen intactos, escribiendo nuevos capítulos en su extraordinaria trayectoria.