A lo largo de su vida, el rey Felipe VI ha sido el centro de innumerables análisis y críticas, tanto en su papel institucional como en su vida personal. Si bien en la actualidad, el padre de la princesa Leonor es reconocido por su profesionalismo, seriedad y templanza como monarca, algunos, entre ellos Pilar Eyre y Jaime Peñafiel, han señalado aspectos menos conocidos de su carácter.
De hecho, ambos especialistas en Casa Real, han calificado al rey como “déspota” y también “mimado” durante los años en los que fue príncipe. Eyre y Peñafiel, han retratado a un joven Felipe complicado y bastante distante de la imagen implacable de la actualidad.
1La educación del rey Felipe VI: un camino accidentado
La percepción que se tiene actualmente del rey Felipe VI, es que a lo largo de su vida se preparó con rigor para cumplir con las funciones que hoy por hoy ostenta; sin embargo, Pilar Eyre ha llegado a revelar algunos detalles que serían contrarios a esa imagen idealizada que se ha mantenido con el tiempo.
“Cuando era pequeño, se comentaba que era muy perezoso, que se quedaba dormido en clase y que no le gustaba que lo riñeran”, asegura Eyre. Las conductas del joven príncipe lo llevaron a tener un carácter muy “difícil”, el cual estaba marcado por arrebatos si se llegaba a intentar corregirlo.
Así como Eyre ha revelado detalles, lo propio ha hecho Jaime Peñafiel, quien señala que el entonces príncipe fue un “niño mimado y déspota”. Aunado a esto, Peñafiel cuestiona la elección de amistades y círculo cercano que mantuvo Felipe, llegando a afirmar que las amistades del joven Borbón estaban lejos de ser edificantes.