Desde que el Gobierno vetó la oferta de opa de la empresa húngara Magyar Vagon por Talgo, las ofertas para hacerse con el control del fabricante de trenes no han parado. En las últimas semanas, sobre todo, se ha hecho evidente que a pesar de sus problemas con la lentitud de sus entregas y de su deuda, la empresa y sus conocimientos la hacen una pieza interesante dentro del panorama del nuevo transporte en Europa, sobre todo por el deseo de Bruselas de que la alta velocidad se vuelva más común que el tren para los viajes largos y que los países del viejo continente están conectados por las vías de tren.
Pero aunque desde el Ministerio de Transporte y Movilidad Sostenible, que dirige Óscar Puente, se desee que la compra venga de una empresa española, siendo Sidenor la opción favorita en este momento, los eventos políticos de los últimos días han abierto la puerta a un comprador exterior. Es que si bien todo apunta a que desde el Gobierno se aceleren los pasos para recuperar el escudo anti opas, en vigor desde 2020, el mismo estaba incluido en la ley Ómnibus rechazada en el congreso gracias a los votos del PP y Junts, y en este momento esta protección está desactivada.
Esto abre la puerta a que la oferta polaca hecha por el Fondo de Desarrollo de Polonia (PDF), algo parecido a la SEPI polaca, e incluso existe una posibilidad de que Magyar Vagon, empresa con la que Talgo ha firmado un acuerdo de colaboración para acelerar la entrega de pedidos, uno de los grandes problemas de la empresa en los últimos años, decida probar suerte de nuevo aprovechando la buena relación entre las dos. Son posibilidades que benefician a Trilantic, el conglomerado que controla la mayoría de las acciones de Talgo, que siempre ha preferido una opa que una oferta como la de Sidenor que solo busca suficientes acciones para controlar la empresa.
Será llamativo seguir de cerca las decisiones, al menos mientras que desde el Gobierno se busca volver a levantar el escudo para evitar que esto ocurra. Desde que se presentó la posibilidad de la opa el ministro de Transporte no solo ha señalado la conexión entre Magyar y el controvertido Gobierno de Viktor Orbán, sino que han descrito a Talgo como una empresa estratégica, este último motivo fue también el que se esgrimió para dejar fuera de juego al PDF, pero tienen menos en este momento, y por tanto menos herramientas.
TALGO SIGUE ACUMULANDO PEDIDOS
Mientras tanto, Talgo sigue cerrando acuerdos para nuevos pedidos, así como colaboraciones como las que han firmado en las últimas semanas con la polaca Pesa. La empresa sigue apostando por aumentar sus pedidos para hacerse más atractiva y para seguir aumentando sus ingresos, después de todo no fue hace tanto reportó pérdidas de 80 millones de euros en 2023 y se suma su deuda y las sanciones impuestas por sus clientes por el retraso en las entregas, en particular una Renfe que aunque ha prometido suavizarlas si Sidenor realiza la operación no deja de aplicar sanciones por cientos de millones de euros.
Para su fortuna, opciones como los trenes Avril son claves en varias rutas europeas, y su relación con Renfe, incluso si ha sido más complicada en los últimos años, le ha dado proyectos en territorios de oriente medio y América. Por tanto, incluso con sus retrasos, siguen siendo una de las principales opciones de compra para las nuevas rutas de trenes de alta velocidad, lo que permite que sigan sumando pedidos a pesar de la situación.
Pero en cualquier caso, el cambio en el escudo anti opas no ha generado cambios en el valor de las acciones de Talgo, que siguen rondando los 3,75 euros. Esto apunta a que los accionistas no están demasiado convencidos de que la compra se dé mientras que el escudo está «desactivado», y que no haya demasiados cambios en la carrera para hacerse con el fabricante español.
LOS SINDICATOS Y EL GOBIERNO QUIEREN MANTENER LAS FÁBRICAS EN ESPAÑA
Mientras tanto, el Gobierno no es el único que está trabajando para mantener a Talgo en control español. Es que además de su característica de empresas estratégicas, los trabajadores también están interesados en mantener sus fábricas en territorio ibérico para mantener sus empleos, por lo que además se debe mantener la carga de trabajo actual.
Es un punto que se ha solicitado a todos los compradores, y al que el PDF habría accedido para facilitar la relación con Moncloa. Aun así, Sidenor sigue siendo el comprador favorito del Gobierno, pero el proceso sigue siendo demasiado lento.