Aunque el matrimonio de la infanta Elena y Jaime de Marichalar culminó en una sonada separación en el año 2010, el nombre del padre de Victoria Federica continúa sonando con fuerza en las esferas sociales y económicas.
En la actualidad, el excuñado de Felipe VI, mantiene una relación de gran cercanía con un multimillonario francés, relación que ha buscado mantener en total discreción y que ha sido fundamental en la reinvención tanto social como profesional del reconocido aristócrata español.
5La discreción como seña de identidad
Si algo han demostrado compartir la infanta Elena y Jaime de Marichalar es la importancia que le dan a la discreción. Luego de su divorcio, ambos han seguido caminos diferentes, la infanta se ha destacado por su trabajo social y su dedicación a sus hijos, mientras que, Jaime, se ha mantenido activo dentro de la aristocracia, fortaleciendo sus conexiones y evitando caer en escándalos.
La alianza entre el padre de Victoria Federica y Bernard Arnault, se ha mantenido desde la discreción, y ambos comparten la misma visión sobre los negocios, lo que les ha permitido crear un imperio; de hecho, la filosofía que comparten ha sido clave para que los negocios que comparten lleguen a dar los frutos que ambos persiguen.