A mediados de este mes de enero el cine ha vuelto a recuperar a uno de los mitos del cine de terror más famosos de toda la historia, el hombre lobo. Y la vuelta de esta temática clásica ha sido de la mano del director australiano Leigh Whannell con un título clásico para la temática ‘Hombre lobo (2025)’, una revisión más sobre la historia.
Un mito que ya estaba presente en diferentes relatos de los romanos y los griegos. Por ejemplo, el rey Licaón, que gobernaba de forma impía la Arcadia y al que para castigarlo Zeus lo convirtió en hombre lobo. O el famoso relato sobre los fundadores de Roma, Rómulo y Remo, que fueron, según la leyenda, amamantados por la Loba del Capitolio.
Una leyenda sobre la dualidad del hombre que sirve para explicar su lado salvaje y difícil de domar. De ahí nace el mito de la licantropía, la conversión del hombre en lobo las noches de luna llena. Algo que puede, según indica la leyenda, ocurrir por diferentes causas. Copular con un lobo, beber de una charca donde bebió antes un lobo, entre otras. Aunque la más conocida y la que el cine llevó al imaginario colectivo fue por un mordisco de estos a los humanos.
PRIMERAS APARICIONES CINEMATOGRÁFICAS
La primera aparición de este mito fue en una cinta corta de 1913, de la que a penas queda rastro. Y por lo tanto, oficialmente la primera película es ‘Lobo humano’ en 1935, una obra que paso desapercibida pero que dio paso al primer éxito sobre el mito. Ese título fue ‘Hombre Lobo’ en 1941, un filme que cuenta con una estrella consagrada del género de terror como era Bela Lugosi y otra en ciernes como Lon Chaney Junior.
Este film contó con un presupuesto considerable para la época y supuso un gran éxito para la Universal, que fue quien produjo la obra. Una película en la que se exponen todos los clichés de la cultura popular sobre los hombres lobos y que pasaron a la posterioridad para el esto de películas que sea acercaron a este mito. Tal fue el éxito, que se hicieron cuatro secuelas casi seguidas con Lon Chaney Junior como exponente máximo del género.
La infinidad de obras con la licantropía como telón de fondo fue grande en esos años de la serie b y el Hollywood más clásico. Y es que se hicieron unas cuantas versiones, unas en clave de terror como ‘Frankenstein y el hombre lobo’, otras en clave de humor con la serie de Abbott y Costello de fondo e incluso con una mujer en la ‘Mujer Lobo’.
Pero con los 50 empezado la temática calló en declive y los filmes eran simplemente juntar el mito con algún otro protagonista del cine de terror, valga como ejemplo ‘Drácula y el hombre lobo’, otro de las muchas producciones de bajo coste que se acercaron a la temática. Ya en la década de los 60 vino un nuevo resurgir con una producción de la Hammer, unos estudios especialistas en el cine de terror, y por supuesto en la serie b.
Allí, de la mano de Terence Fisher, como director, y de Oliver Reed, como protagonista, se estrena ‘La maldición del hombre lobo’, considerada para muchos la mejor versión sobre esa historia. Además, gracias a esta producción británica el hombre lobo volvía a estar de moda y se podía dar el paso a producciones de mayor calidad y calibre.
Como así fue en los 80 con el estreno de ‘Un hombre lobo americano en Londres‘, uno de los grandes taquillazos de la historia del cine, que tuvo a un experto en videoclips musicales como John Landis, hombre de confianza del músico Michael Jackson. Landis creo una obra con una gran fuerza visual y grandes dosis de violencia. En la que el terror y el humor se mezclaron bastante bien para el gusto del gran público.
Esta película también cambio el concepto visual del mito. El hombre lobo se volvió cuadrúpedo, antes iba a dos patas. Y mostró la transformación de humano a lobo con gran crudeza y dolor. Con mención especial para el maquillaje de Rick Baker las técnicas usadas durante las escenas de trasformación en hombre lobo y las apariciones del personaje Jack como un cadáver en creciente descomposición impresionaron tanto a la Academia de las Artes y las Ciencias Cinematográficas de Hollywood que decidió crear el premio Oscar al mejor maquillaje específicamente para la película. Desde la entrega de premios de 1981 ésta se convirtió en una categoría presente todos los años.
El film abrió la veda para nuevas versiones en los mencionados 80 y 90 con títulos como ‘En compañía de lobos’, la humorística ‘Teenwolf’ como Michael J. Fox como protagonista o ‘Aullidos’, un auténtico éxito de taquilla. Hasta una super estrella como Jack Nicolson se acercó a la temática con ‘Lobo’, ya en los 90. En este siglo la aparición de la licantropía principalmente se diluyó apareciendo en títulos diversos como la saga de ‘Harry Potter’ o ‘Van Helsing’.
VERSIÓN ESPAÑOLA
El cine patrio también ha contado con incursiones en la temática, principalmente inspirado por el arraigo que el mito tiene dentro de la cultura gallega. ‘El bosque del lobo’ de 1971 es fiel reflejo de esta cultura. Dirigida por Pedro Olea y con José Luis López Vázquez como protagonista, esta basada en la historia real de Romasanta, un buhonero que mataba a sus víctimas a mordiscos en los bosques gallegos.
Una temática también representada de manera más fiel en 2004 por ‘Romasanta’. Pero si alguien tiene el récord de interpretaciones del hombre lobo es Jacinto Molina Álvarez, más conocido como Paul Naschy. Interpretó hasta en 14 ocasiones el papel. Inaugurando la saga en 1968 con ‘La marca del hombre lobo’.
Película fundacional del conocido como ‘Fantaterror’ español, que entre finales de los 60 y primeros 80 atrajo a multitud de españoles a las salas de cine a ver películas de terror y fantásticas con tintes eróticos en muchas ocasiones. Su título más taquillero fue ‘La noche de Walpurgis’, con el polifacético Naschy y su clásico personaje del Conde Valdemar.