Si pensabas que ya lo habías visto todo, espera a escuchar esta historia. En El Corte Inglés de Alcalá de Henares, una mujer fue sorprendida intentando llevarse a casa una curiosa mezcla de productos: gambas, tartaletas y ropa interior. Sí, como si fuera un combo extraño para una noche loca. ¿Su excusa? Que todo fue un “despiste” provocado por los ansiolíticos. Pero la justicia no se lo creyó ni un poquito, y la cosa acabó con condena incluida.
4Moraleja: no todo es culpa de los ansiolíticos
Al final, esta historia no es solo un recordatorio de lo que no hay que hacer en un supermercado, sino también de que, si te pillan, lo mejor es no inventarte excusas surrealistas. La justicia tiene muy poco sentido del humor cuando se trata de hurto, y aunque 400 gramos de gambas y unas braguitas puedan parecer poca cosa, está claro que el combo no sale barato.
Así que ya sabes, si estás pensando en llevarte algo del súper sin pasar por caja… mejor piénsatelo dos veces. Oh tres. O simplemente no lo hagas.