La llegada de las VTC como Cabify, Uber y Bolt al mercado del transporte fue recibida con la molestia de los taxistas por la desigualdad de condiciones para competir con estas nuevas opciones. El argumento en ese entonces es que no debían enfrentar las mismas condiciones y exigencias en cuanto a conocimientos de los conductores, del tipo de vehículos, y de la identificación de estos vehículos para operar. A esta diferencia se ha sumado que, aunque la tarifa dinámica también puede llegar a precios superiores a los 100 euros, la libertad que tenían para marcar el precio permitía que se apostará siempre por mantenerlo debajo del costo del uso de un taxi.
Pero es que a pesar de que las regulaciones que han aparecido poco a poco en Madrid, sigue habiendo una diferencia importante entre la situación actual de este tipo de plataformas y los taxis de toda la vida. Aunque en otras ciudades las VTC han sido casi expulsadas, en la capital se ha apostado por llegar a una convivencia entre las dos opciones de transportes, pero esto ha dejado unas condiciones para operar muy diferentes, sobre todo cuando se revisan las exigencias económicas de cada una de las opciones.
Es que a pesar de la nueva exigencia para los conductores de VTC de presentar un examen escrito para poder operar en Uber, Cabify o Bolt, que se realizará por primera vez el próximo mes de marzo, los costos siguen siendo distintos. Es que a pesar del nuevo gasto que representa este examen para los conductores de las VTC, en total se trata de un monto cercano a los 65 euros, no se acerca al total que se debe pagar para operar en un taxi, que existen en una situación mucho más estricta al ser considerados un servicio de transporte público.
Es que aunque para el taxi el costo del examen es menor, unos 19,5 euros, otros costos complican la situación. Además de los 491 euros que cuesta la licencia, deben asumir los 400 euros del aviso luminoso, o incluso los 950 euros de la autorización del vehículo, a los que se suma un importante número de gastos más pequeños, algunos de los cuales comparten con las VTC, y que terminan sumando hasta 2586,65 euros en tasas de documentos, al menos cuando se toma en cuenta la posibilidad de transferir entre dos conductores la licencia de taxi.
En cambio, el costo directo para las empresas y conductores del sector de las VTC es mucho menor. Además de la taza del examen, se debe pagar solo el cambio de placa por las de fondo azul, y se debe adquirir la pegatina correcta que los identifique por operar en la CAM. Una diferencia importante, que sin ser culpa de estas empresas, recuerda las diferencias que hay entre ambos sectores para empezar a operar.
LA NOVEDAD DEL EXAMEN PARA CONDUCTORES DE LAS VTC
En cualquier caso, los conductores de las VTC se preparan para el examen, que además de su conocimiento de rutas y zonas de la Comunidad de Madrid revisará su capacidad de hablar español. Es una novedad para el sector, y aunque con los datos de accidentes de este tipo de conductores que nacen frecuentemente por una confianza ciega a las aplicaciones de GPS, se llamen Google Maps, o se llamen Waze, tampoco debería ser raro que desde el sector se vea con cierto recelo la decisión.
Sumado al riesgo que representa fallar el examen es normal la preocupación, después de todo la exigencia no es un detalle menor, pues simplemente con fallar un módulo los posibles conductores se verán obligados a repetir la prueba. «La no superación de alguno de los módulos conlleva la no superación del total de la prueba», precisa la normativa, que además indica que el aspirante que obtenga el resultado no apto «deberá volver a realizar la prueba en su totalidad, incluyendo los módulos superados en anteriores convocatorias», explica el texto.
Según recoge la organización de conductores autónomos y Pymes del sector, Anacon VTC: «El borrador de la normativa garantiza al menos 12 convocatorias de pruebas de conocimientos cada año y ofrece detalles que no se conocían hasta ahora. Por ejemplo, se había informado de que los exámenes constaran de 60 preguntas tipo test -con cuatro alternativas de respuesta y solo una correcta- que se dividirán en cuatro bloques, pero no de que los conductores tendrían que tener bien un mínimo de preguntas en cada uno de los apartados para recibir la calificación de apto».
LOS TAXIS EN BARCELONA MANTIENEN SU DEUDA
En cualquier caso, Madrid no es la única ciudad donde la situación entre las VTC y los taxistas se mantiene tensa. Es que si en la capital la situación es delicada en Cataluña, se trata prácticamente de una guerra abierta entre las dos partes, con una nueva tanda de protestas organizadas por Élite Taxi listas para tomar la Ciudad Condal la semana que viene.