La lluvia nos puede sorprender sin paraguas en cualquier momento. En esos momentos instintivamente, dudas entre caminar tranquilamente y disfrutar del momento o correr para refugiarte. ¿Qué opción te asegura mojarte menos? Aunque parezca una pregunta sencilla y que seguramente nunca te habías detenido a pensar, la ciencia tiene una respuesta clara basada en cómo interactúan la velocidad y la cantidad de gotas que caen sobre tu cuerpo.
Hoy, te explicamos de manera sencilla qué hacer la próxima vez que las nubes decidan arruinarte el día y sin utilizar formulas complicadas.
2Correr es mejor opción que andar, pero con truco
La conclusión entonces es bastante clara: correr es la mejor estrategia para mojarte menos. Al hacerlo, minimizas el tiempo bajo la lluvia, lo que reduce la cantidad total de agua que puede empaparte. Sin embargo, hay un detalle importante: al inclinarte para correr, amplías la superficie de tu cuerpo expuesta hacia arriba, especialmente si bajas mucho la cabeza. Por eso, el truco está en mantener una postura ligeramente inclinada, pero sin exagerar, para equilibrar la velocidad y la exposición. Seguro te parece complicado, pero como siempre hay que ver el lado positivo de las cosas, fijémonos en la solución que nos da la ciencia para no mojarnos.
Y para complicarlo aún más, si llevas mochila, sombrero o cualquier accesorio que amplíe tu silueta horizontal, procura que estén bien ajustados para no aumentar la superficie en contacto con la lluvia.