Paula Badosa habla de la profunda depresión a la que se vio sometida por la presión
Una fractura por estrés en la vértebra L4/L5 estuvo a punto de arruinar la carrera tenística de Paula Badosa. «Hubo un momento el año pasado en el que estuve muy cerca de retirarme, porque no me veía a mi nivel. La espalda no me respondía y no encontraba soluciones. Me di una última oportunidad para ver cómo terminaba la temporada», revela.
La reciente semifinalista del Open de Australia 2025 recuerda el comienzo de la gira de tierra batida del año pasado, cuando fue eliminada en su debut del Mutua Madrid Open por su compatriota Jessica Bouzas. Ese momento marcó el punto de inflexión en su carrera y en su vida.
Paula Badosa se dio una última oportunidad
Su primera decisión fue recuperar el equipo que la había llevado al título más importante de su carrera hasta el momento, el WTA 1000 de Indian Wells. Paula volvió a confiar en David Antona como preparador físico para reconstruir su cuerpo y en Dani De la Serna para los aspectos de psicología y nutrición. Con este respaldo, Badosa comenzó a enfocarse en su recuperación y en recuperar el nivel que la había colocado entre las mejores.
A sus 26 años y con el recuerdo aún fresco de su segundo puesto en el ranking mundial de abril de 2022, Paula tuvo que someterse a un tratamiento de inyecciones de cortisona para seguir adelante con su carrera en el tenis. «Si tengo que hacerme el tratamiento, lo haré», había afirmado, y cumplió su palabra, recibiendo dos de las tres inyecciones necesarias, la última de ellas al finalizar el torneo de Roma. El efecto fue inmediato, aliviando el dolor y permitiéndole continuar. «Me di una última oportunidad para ver cómo terminaba la temporada. Aquí estoy, en la semifinal de Australia. Y me siento orgullosa de lo que he superado, sobre todo en la faceta mental«, concluye.
Una fuerte depresión
Paula siempre mostró un gran talento para el tenis, desde que sus padres, Josep y Mireia, la inscribieron en un campamento de verano en Platja D’Haro, donde comenzó a practicar este deporte. Su prometedora carrera quedó confirmada cuando se coronó campeona junior de Roland Garros en 2015.
«Era muy joven, y todo sucedió de repente. Que te digan que en uno o dos años tienes que estar entre las mejores del mundo fue un shock para mí. Lo pasé mal«, confesaba. Tras enfrentar una fuerte depresión, Paula logró superar este difícil periodo después de años de tratamiento.