Desde hace 8 temporadas, ‘La Isla de las Tentaciones’ se volvió un boom televisivo que genera debates divididos y subidos de tono. Pero, esta vez queremos ir más allá del drama acalorado y las relaciones amorosas, este programa en sí genera preguntas sobre la autenticidad detrás de cámaras y esto no solo abarca a los participantes de las temporadas, sino a los que están detrás de las cámaras.
El encargado de las redes sociales del programa, Asier Montaño, le ha dado una entrevista a Marta Peñate, ex concursante del programa quien ha estado con algunos de los trabajadores extrayendo toda la información.
2La importancia de evitar la fuga de información
Montaño cuenta lo complicado que es hacer que cada concursante respete la confidencialidad. Incluso, en el caso de Marta Peñate, quien ya sabemos que es exconcursante y colaboradora actual de Telecinco, se presenta como un ejemplo cabal de esto.
Cuenta Montaño, que Marta Peñate publicaba contenido muy de madrugada, para intentar burlar as funciones de Asier. En el mundo actual, las redes sociales son un constante flujo de información y las personalidades que están en el ojo público desean mantener interacción con sus seguidores, sin embargo, se debe cuidar que la información sobre los acontecimientos dentro de la isla estén resguardados.
Marta aprovecha la ocasión para preguntara Asier quién ha sido el concursante más problematico: “es decir, que mientras está la emisión sube cositas, indirectas y demás”.
La respuesta de Asier fue directa: “A ver, aquí hay muchos nombres, pero creo que tú [Marta] has estado en el foco de las redes”. Continúa diciendo: “ella subía contenido a las dos de la mañana, de repente, pensando que yo me iba a dormir, pero tenía las notificaciones activadas en mi Instagram, la llamaba y le decía que borrara esa mierda”.
Y efectivamente, en la entrevista, Marta confirma: “Me llamaba a las dos de la mañana el psicópata. Yo pensaba que él se había ido a dormir, a esa hora lo colgaba y lo borro dentro de dos horas, a las cuatro de la mañana, y este [Asier] no se entera, pero se enteraba y me escribía”.