Es complicado ignorar el peso de Shakira para la música en español, y para la entrada de los artistas del mundo de habla hispana en el mercado anglosajón. Pero también es una de las que más ha cambiado, la colombiana ha sabido adaptarse a los tiempos, pero la realidad es que hay un tono de honestidad en los primeros años de su carrera, o en los primeros años que se dio a conocer, lo que explica por qué los fanáticos de toda la vida siguen aferrados al disco que la hace despegar: ‘Pies Descalzos’, que este año cumple 30.
Es un trabajo tan distante, y tan superior, al reciente ‘Soltera’ que la comparación puede llegar a ser bochornosa, ojalá Piqué hubiese engañado a esta Shakira y no a la actual. Es evidente que para la de Barranquilla no se trata de un esfuerzo alejado de lo comercial, simplemente en los 80 la moda era otra, pero el género del pop rock le obligaba a afrontar de frente algunas emociones que hoy solo trata desde el humor, o sin la sutileza de las metáforas que acompañan canciones como ‘Antología’ o ‘Estoy Aquí’ y hace demasiado que no se atreve a explorar ideas como las de la canción que da título al disco.
Es algo un tanto irónico. Aquí hay canciones escritas por una adolescente que tiene una madurez clave para enfrentar emociones complicadas, además de que ya tenía los instintos pop que después le permitirían una carrera duradera, y que captarán los oídos de figuras clave de la industria musical como Gustavo Cerati, Ricky Martin o Emilio Estefan, que apostaron por qué se convertiría en el fenómeno que es actualmente. Afortunadamente, ella supo aprovechar estas oportunidades, y durante 10 años lanzó una seguidilla de clásicos como ‘Dónde Están los Ladrones’ (1998), ‘Servicio de Lavandería’ (2001) y los dos volúmenes de ‘Fijación Oral’.
Es cierto también que 30 años después se ven las costuras, con un par de ideas de la época que son complicadas de defender. El ‘reggae blanco’ de ‘Un poco de amor’ daña un tema que podría haber sido una simple pero potente balada pop, y los sintetizadores de ‘Quiero’ rozan los peores clichés de los 80, 5 años tarde, aun si la interpretación vocal de la de Barranquilla rescata el tema de la producción.
UNA PEQUEÑA COLECCIÓN DE CLÁSICOS
Pero también es difícil ignorar la potencia que tiene el manojo de clásicos que hay en este disco. Sea guitarra eléctrica o acústica, cuando la artista se permite estos arreglos más tradicionales es difícil discutir con su voz. Allí está el coro de ‘Pies Descalzos, Sueños Blancos’ como el mejor argumento a favor de verla en vivo, y otros momentos como el pop blues de ‘Vuelve’ o la percusión cercana al tango de ‘Te espero sentada’ son un recordatorio de la variedad de sonidos a los que se puede adaptar.
Sumado a la mítica ‘Antología’, que parece necesario nombrar cada vez que se hable de la artista, o la potencia triste de ‘Estoy Aquí‘, se trata de un manojo de canciones claves del pop de los 90 en Latinoamérica y en España. Es fácil escuchar en estas canciones el sonido de pop con pinceladas rockeras con el que se construyó la carrera de nombres como Belinda o el grupo RBD. También abrió la puerta para figuras contemporáneas a ella en Colombia, como Juanes, cuya carrera solista opaca su tiempo en Ekhymosis, o incluso la explosión inicial de Aterciopelados.
SHAKIRA RECUPERA PIES DESCALZOS EN SU NUEVA ETAPA
Lo cierto es que la artista ha sabido recuperar estas canciones en la mayoría de sus giras internacionales. Sumado al esperado relanzamiento de este disco en formato físico para celebrar su aniversario, es normal que los fanáticos estén atentos. Estas canciones son la base en la que se ha construido el fenómeno Shakira, y la mayoría han envejecido bastante bien. Sumado a esto hay algo de frescura en estas canciones al compararlas con la reciente explosión del sonido urbano en el nuevo continente.
Es cierto que no es su mejor trabajo, ‘Dónde Están los Ladrones’ tardaría otros 3 años en llegar a las estanterías, pero es uno difícil de ignorar. Su aniversario y el esperado relanzamiento son la oportunidad de reencontrarse con un trabajo que es cada vez más excepcional en la extensa carrera de la artista.