Y es que el moho puede aparecer en cualquier momento y en una gran variedad de lugares, sobre todo en alimentos que vienen en lata. El tomate frito en lata o en bote es un salvavidas en la cocina, sobre todo cuando llevamos un estilo de vida agitado. Es práctico, rápido y perfecto para crear salsas, guisos o bases para pizza y otra gran variedad de recetas, sin complicaciones.
Sin embargo, cuando abrimos una lata o bote, muchas veces no usamos todo el contenido, y la preocupación de encontrar moho al volver a utilizarlo puede arruinar la experiencia. Pero no te preocupes, ¡hay una solución fácil! Si este es tu caso, no te preocupes porque hoy te contamos cómo evitar que esto vuelva a pasar con un sencillo truco.
4Refrigeración: el paso fundamental
Independientemente de los métodos anteriores, lo más importante es refrigerar correctamente el tomate una vez abierto, este sin lugar a dudas es lo primero que debes recordar una vez hayas abierto el envase con el tomate. La temperatura fría ralentiza la actividad de los microorganismos y ayuda a mantener los alimentos frescos por más tiempo.
Resumiendo, evitar el moho en tu tomate frito o triturado es fácil si sigues estos sencillos pasos: transfiérelo a un recipiente de vidrio, cúbrelo con aceite de oliva y refrigéralo correctamente. Estos pequeños trucos no solo te ayudarán a mantener la frescura de tu tomate, sino que también reducirán el desperdicio y contribuirán a una cocina más eficiente y sostenible. ¡Nunca más tendrás que tirar tomate por culpa del moho!