La movilidad eléctrica lleva años abriéndose camino a nivel mundial, aunque no tanto en España. Porque el coche eléctrico, a nivel mundial, se vendieron 14 millones de estos vehículos, 3,5 millones más que el año anterior, y se estima que en 2025 la cifra llegue a 15 millones.
En España, sin embargo, este impulso no avanza al mismo ritmo. Y es que en 2024, apenas se legó al 5,69% de cuota de mercado, con solamente 57.374 unidades vendidas. Sin embargo, hace más de 30 años, se podía decir que España llegó a ser todo un pionero en el camino -o en la idea- de abrir paso al coche eléctrico que tenemos hoy, aunque no diese los pasos esperados.
EL SEAT TOLEDO GLX, EL COCHE ELÉCTRICO QUE CORRIÓ LA MARATÓN DE BARCELONA 92′
Hablamos, sobre todo, de la relación entre Juegos Olímpicos que tuvieron lugar en Barcelona, en el año 1992, y Seat. Más concretamente, el Seat Toledo GLX, o el Seat Olímpico, como se le llamó, especificado para una versión 100% eléctrica.
Entonces, cuando el Comité Olímpico Internacional (COI) eligió a la ciudad de Barcelona como sede para los Juegos de 1992, muchas empresas nacionales quisieron involucrarse de manera especial. Entre ellas se encontraba Seat, la única marca automovilística española que diseñaba, proyectaba y vendía en nuestro país.
De esta forma, cuatro años antes de que diesen comienzo los Juegos Olímpicos de Barcelona ’92, la marca Seat decidió lanzar una serie limitada sobre su modelo más importante: el SEAT Ibiza. Esta nueva versión del coche se denominó Olímpico y se basó en su versión deportiva SXI.
LA COLABORACIÓN CON LOS JUEGOS OLÍMPICOS TRAJO EL RETO DE SU SEAT TOLEDO 100% ELÉCTRICO
La compañía pasó a convertirse en socio colaborador y proveedor de servicios para los Juegos, así que, tras la creación de la serie limitada, presentó en el Salón del Automóvil de Fráncfort de 1991, una nueva berlina media: el SEAT Toledo.
Este, que contaba con motores de última generación de origen alemán y diseño, calidades y prestaciones más altas que los anteriores, supuso un cambio de generación. Seat suministró un total de 2.100 vehículos destinados al transporte de atletas, miembros de la organización, comités y delegaciones.
Vista la repercusión, la marca decidió crear dos versiones de este modelo: el Seat Toledo Podium y el SEAT Toledo Electric. El primero, que se distinguía por su lujoso interior y sus toques deportivos, fue conocido como «el coche de los campeones», porque a todos los competidores españoles que consiguieron una medalla recibieron uno como regalo.
EL TOLEDO GLX MONTÓ UN MOTOR DE CORRIENTE CONTINUA DE 16KW PARA UNA AUTONOMÍA DE 80 KM
Y el segundo fue un prototipo 100% eléctrico que surgió a petición de los organizadores para acompañar a los corredores en la prueba del maratón. Es ahí que la marca, originaria de Barcelona, hicieron porque sus ingenieros instalaran en un Toledo GLX un motor de corriente continua de 16 kW (22 CV), que podía alcanzar 22 kW (30 CV) en fase de aceleración, lo que lo convertía, a todas luces, en un coche eléctrico, o mejor dicho; en un Seat Toledo 100% eléctrico.
Su velocidad máxima era de 100 km/h y era capaz de acelerar desde parado hasta 30 km/h en 5 segundos, y hasta 50 km/h en 12 segundos. Alcanzar una velocidad punta de 100 km/h no era por necesidad operativa, pues es evidente que para ir por delante de los atletas de la maratón no era necesaria esa velocidad.
Se trataba de un requisito exigido por la administración a la hora de homologar el coche con el fin de que se pudiera utilizar en circulación abierta. Y lograr esto fue todo un reto para los técnicos responsables del proyecto, que terminaron por alargar el desarrollo de la 5ª marcha: el motor eléctrico estaba acoplado a la caja de cambios y el embrague originales.
EQUIPABA LAS PESADAS BATERÍAS DE PLOMO-GEL DE 500 KG
Para alimentar este propulsor se tuvo que recurrir a un sistema de baterías, que en aquella época solo se podía optar por unas de tipo plomo-gel que pesaban más de 500 kilos. Finalmente, el coche fue homologado, y matriculado con la matrícula «B-5602-MT». A 50 km/h, la autonomía alcanzaba los 80 kilómetros. Cifras modestas, pero más que suficientes para la función que tenía que desempeñar.
Como tal, este un modelo único que la marca española desarrolló en un tiempo récord de dos meses para dotar a la organización de los Juegos Olímpicos de Barcelona de un vehículo no contaminante para la mítica prueba atlética de la Maratón.
Años más tarde, y luego de esta importante apuesta tecnología de los ingenieros de Seat de aquella época y finalizadas las olimpiadas, este Toledo Eléctrico Olímpico desapareció, aunque la idea de la electrificación siguió germinando en la marca. Y es que Seat también hizo un proyecto similar con el mítico Ibiza y con la furgoneta ligera Inca.
Actualmente, y para este 2025, Seat sigue de lleno en su apuesta por lograr grandes hitos. A pesar de que el año pasado surgieron numerosos rumores que indicaban que la histórica firma española dejaría de fabricar automóviles en un futuro próximo en favor de su hermana Cupra, convirtiéndose en una empresa de micromovilidad (scooters, cuadriciclos…), las últimas informaciones parecen desmentirlo rotundamente. De hecho, lo que se conoce es que la marca podría lanzar un nuevo modelo de coche 100% eléctrico dentro de aproximadamente cinco años. «Estamos trabajando duro para ofrecer el nivel de entrada adecuado para el Grupo [Volkswagen], y el líder para ello es SEAT S.A. en España».