La noticia que ha sacudido en las últimas horas tiene que ver con la separación de Pep Guardiola y Cristina Serra, una pareja que llevaba más de 30 años unida, pero que en realidad ya vivía separada desde hace tiempo.
La matriarca de la familia, Cristina Serra, decidió retornar a Barcelona hace varios años para hacerse cargo de la empresa familiar de moda Serra Claret, lo que la llevó a establecerse en la ciudad mientras Guardiola continuaba con su carrera en Manchester.
La hija mayor de ambos, María Guardiola, ha sido la primera en hablar públicamente sobre la situación familiar en una entrevista que se ha convertido en una de las más esperadas, coincidiendo curiosamente con la separación legal de sus padres.
7El idioma de María Guardiola como un reflejo de su identidad
Otro aspecto que María Guardiola dejó claro en la entrevista fue su preferencia por el idioma inglés, algo que se refleja en su decisión de realizar la entrevista en ese idioma, a pesar de ser originaria de Cataluña.
Al final de la conversación, María pronunció una frase en catalán que resumió perfectamente su filosofía de vida: «Al final tot es redueix a sentir-se estimat» («Al final todo se reduce a sentirse querido»).
Esta frase no solo habla de su visión personal sobre las relaciones, sino también sobre su situación familiar actual, reflejando una madurez y comprensión de lo que realmente importa en la vida.