La noticia que ha sacudido en las últimas horas tiene que ver con la separación de Pep Guardiola y Cristina Serra, una pareja que llevaba más de 30 años unida, pero que en realidad ya vivía separada desde hace tiempo.
La matriarca de la familia, Cristina Serra, decidió retornar a Barcelona hace varios años para hacerse cargo de la empresa familiar de moda Serra Claret, lo que la llevó a establecerse en la ciudad mientras Guardiola continuaba con su carrera en Manchester.
La hija mayor de ambos, María Guardiola, ha sido la primera en hablar públicamente sobre la situación familiar en una entrevista que se ha convertido en una de las más esperadas, coincidiendo curiosamente con la separación legal de sus padres.
2Personalidades que no encajaron
En su entrevista, María Guardiola da algunas claves sobre lo que pudo haber influido en la separación de sus padres. En sus palabras, «Mi padre y yo bromeamos diciendo que heredé su cabezonería. Cuando nos proponemos algo, lo perseguimos con una visión de túnel hasta lograrlo. De mi madre, he heredado la confianza y el sentido de independencia. Los dos tienen un ritmo frenético en sus respectivas carreras».
Este fragmento revela que las personalidades de Pep y Cristina son, en muchos aspectos, opuestas. Guardiola, conocido por su carácter obsesivo y decidido, se contrapone a la independencia y seguridad de Cristina, quien, además, nunca ha seguido el perfil típico de la esposa del futbolista.
La pasión de Cristina por su trabajo y su dedicación a la boutique de su familia reflejan que no era una mujer dispuesta a relegar su vida a la sombra de la carrera de su esposo.