En las carreteras nacionales ha surgido un nuevo fenómeno que le ha puesto los pelos de punta a las autoridades de la DGT (Dirección General de Tráfico). Se trata del “método gallego”, una artimaña ideada por los conductores de Galicia que busca engañar a los radares y que rápidamente se está esparciendo a todos los rincones de nuestro país.
Este método se basa en la colaboración entre conductores a través de grupos de WhatsApp y otras plataformas, y les permite eludir las multas por exceso de velocidad al alertarse sobre la ubicación de los radares. Si bien en principio esta práctica puede resultar graciosa e inofensiva, ha generado fuertes preocupaciones en la cúpula de la DGT.
4El impacto del ‘método gallego’ en la conciencia vial
El ‘método gallego’ no solo plantea un problema técnico para la DGT, sino también un desafío cultural. Muchos conductores justifican su uso como una forma de ahorrar dinero en multas, sin considerar las consecuencias para la seguridad vial.
Expertos en psicología del tráfico señalan que prácticas como esta fomentan una mentalidad de cumplimiento selectivo de las normas, donde los conductores respetan las leyes solo cuando temen ser sancionados. Esto socava los esfuerzos de la DGT por crear una cultura de respeto y responsabilidad en las carreteras. Además, los mensajes compartidos en los grupos suelen incluir comentarios que trivializan la importancia de los límites de velocidad, reforzando actitudes peligrosas entre los conductores. Según la DGT, cambiar estas percepciones es tan crucial como mejorar la tecnología de control.