España y América se preparan para una nueva ola migratoria de Venezuela

Con Maduro juramentado y la oposición en Venezuela, al menos de momento, sin muchas opciones de acción más que aumentar la presión interna y externa todo apunta a que una de las consecuencias para el resto de la región y para países como España y Estados Unidos es que volverá a aumentar el número de migrantes que salen del país. Es que el periodo que empieza apunta también a ser el comienzo de una nueva ola migratoria, de un país del que ya han salido alrededor de 8 millones de personas huyendo del régimen chavista y de la crisis económica. 

Es un análisis común desde que empezó la campaña electoral que culminó con el fraude del pasado 28 de julio. La posibilidad de vivir otros 6 años, al menos, bajo un régimen que ya generó un largo periodo de escasez y de hiperinflación, además de haber aumentado el nivel de represión desde las elecciones, con la ONG Foro Penal denunciando que hay, al menos, 1697 personas detenidas por motivos políticos, además de que hay unas 38 en estatus de ‘desaparición forzada’, pues no se conoce su paradero. En esa circunstancia es complicado evitar que sigan saliendo personas del país, sobre incluso en situaciones extremas, al punto de caminar hasta Argentina o Estados Unidos. 

España además se dibuja como el destino europeo favorito de los venezolanos. Ya en el país hay algo más de 400.000 venezolanos, según los datos oficiales del Instituto Nacional de Estadística (INE), y es de esperar que lleguen más en los próximos meses si la situación política del país no cambia, sobre todo por el alto número de venezolanos con ascendencia española y por la cercanía del idioma.

Es un dato que no gusta demasiado a ninguno de los partidos políticos, incluso con el apoyo que se ha dado a los migrantes para facilitar su regularización, usualmente se señala a los venezolanos, sea como que solo trabajan como riders en apps como Glovo o como especuladores por comprar viviendas, rara vez se les acepta como un migrante más.

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En cualquier caso, hay límites en lo que pueden hacer los países afectados por esta nueva ola migratoria. La realidad es que más allá de retomar las sanciones, no hay mucho que se pueda hacer para aplicar presión sobre la dictadura desde afuera, aunque es cierto que ya se evidencia cambios de estrategias, pasando a sanciones individuales como familiares de miembros del gobierno en lugar de apuntar solo a empresas. 

VENEZUELA Y LA MIGRACIÓN EN AMÉRICA

Lo cierto es que a pesar de las preocupaciones que pueda haber en España por una nueva ola migratoria, el resto de América está en una situación mucho más complicada. En realidad el 85% de la emigración del país termina en otros territorios americanos o en el Caribe, opciones más accesibles por el simple hecho de estar más cerca, y, por tanto, accesibles en ocasiones incluso por quienes solo pueden salir del país caminando a través de las fronteras por Colombia o en algunos casos Brasil. 

Según los datos de la BBC el país que más venezolanos ha recibido es Colombia, habitado por cerca de 3 millones de venezolanos, y tras este país se encuentra Perú, donde viven alrededor de 1.6 millones de venezolanos. Son números difíciles de asumir para cualquier país, sobre todo si se pone en contexto lo que quiere decir que más de 8 millones de personas se hayan ido de Venezuela. 

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En total se trata de más personas que las que viven en Panamá, Costa Rica, Nicaragua o El Salvador. Es también más que el doble de que los residentes de Madrid, o casi 5 veces el total de habitantes de Barcelona. Es un dato dramático, que demuestra la magnitud real de la crisis que enfrenta el país y la necesidad de resolverla lo más rápido posible. 

POCAS SOLUCIONES SI MADURO SIGUE EN EL PODER

Lo cierto es que incluso en los periodos de estabilidad económica que ha conseguido Nicolás Maduro desde su llegada al poder en 2013, siempre están rotos por sus propias decisiones o por las tensiones políticas inevitables ante la represión constante. Lo que es evidente es que con diferentes volúmenes, mientras se mantenga el régimen chavista la migración se mantendrá, algo que no necesariamente castiga a un gobierno más que dispuesto a una disminución en la población que les permita manejar una economía más pequeña.