Los datos de Glovo, a pesar de sus buenos números provenientes de su popularidad, no necesariamente la dibujan como la mejor inversión posible para su principal accionista, la empresa alemana Delivery Hero. Es que en paralelo a su compra el último día de diciembre de 2021 la empresa, que maneja alrededor del 40% de las acciones del unicornio español, ha visto una caída en su valor de más del 40%. Sin embargo, el consejero delegado de la empresa matriz, Niklas Östberg, da la señal de calma al resto de los inversores, con la compra de 1,6 millones de euros en acciones e insiste en que este año será cuando vuelvan a su valor, al menos una parte.
Es una buena noticia para el resto de los inversores, que incluyen a la empresa sudafricana de anuncios Naspers, dueña del 27,5% de las mismas. Tras esta empresa Baillie Gifford y UBS son los dos únicos que superan el 5%. Después se encuentran Aspex Master Fund ( 4,9%), Conifer Management (4,7%), Morgan Stanley (4,7%), Christian Leone, fundador de Luxor Capital (2,9%) y la propia Luxor Capital (2,9%). El gigante estadounidense Uber, que entró en el año 2024 en el accionariado, ostenta un 2,9%. Todos ellos están atentos al futuro inmediato de la empresa y al efecto que tendrá la decisión de España y Europa de aplicar la ‘ley rider’ sobre sus ingresos.
Lo cierto es que la empresa tiene la ventaja de la popularidad de sus plataformas. Sea Glovo en España, Baedal Minjok en Corea del Sur, Foodpanda en Taiwan o Pedidos Ya en la mayoría de Latinoamérica la empresa sigue creciendo. Es cierto que de momento han evitado el mercado de Estados Unidos, donde Uber Eats y Doordash dominan con mano de hierro, pero también es evidente que entienden la expansión como pieza clave de sus operaciones, y como uno de sus objetivos a largo plazo.
UNA MONTAÑA RUSA ECONÓMICA
Lo cierto es que desde que se aprobó la ley rider en España empezó a ser evidente que se perseguiría de forma judicial la relación de laboriosidad de estas plataformas con sus repartidores, algo que no solo ha ocurrido en territorio ibérico, su valor y sus ingresos, han fluctuado de forma notable. Es que hasta hace poco la industria de entrega de alimentos era un agujero negro en el que solo Uber, empujada por los ingresos de su plataforma de transporte, no por la de entregas, podía presumir de ganancias y beneficios, mientras que el resto del sector se mantenía en números rojos.
Por eso es tan importante seguir de cerca cada movimiento. Lo cierto es que es un mercado en plena transformación, no solo por las decisiones legislativas de cada país, que pueden transformar el negocio de manera fundamental, como lo ha hecho la ‘Ley Rider’ en España, sino por nuevas tecnologías que prometen facilitar las entregas en drones o vehículos sin conductor. Son pasos necesarios para que este nuevo sector normalice sus operaciones, con cada país haciendo regulaciones diferentes, aunque en líneas generales apuntan por la necesidad de que estas plataformas tengan una relación laboral directa con sus trabajadores.
En cualquier caso no deja de ser una situación curiosa. Lo cierto es que la apuesta en 2025 es empezar a equilibrar esta nueva realidad. Glovo ha dado el paso de empezar a contratar a sus repartidores en todas las ciudades donde operan, y esperan dejar atrás los problemas legales de los últimos años, que venían generando gastos tanto por las sanciones cuando eran derrotados en los tribunales como el costo económico y reputacional que venía de la mano sus victorias.
GLOVO SIGUE EL PROCESO DE CONTRATAR A LOS RIDERS DE ESPAÑA
En cualquier caso, en España Glovo, una de las filiales claves de Delivery Hero, sigue en ese proceso de regularizar a sus repartidores y trabajar con riders bajo contrato. Todavía no se revelan las condiciones de los contratos directos, aunque las empresas que esperan manejar las flotas externas de la plataforma empiezan a presentar algunos datos tanto sobre el sueldo como sobre las bonificaciones que pueden recibir los riders que estén bajo contrato. Se suma las condiciones de Just Eat, uno de los tres grandes del sector en España, que tiene años trabajando con repartidores contratados y que sabe cómo operar en esta situación.
El misterio es, irónicamente, cuál será la estrategia de los accionistas más recientes de Delivery Hero. Uber todavía no revela si cambiará su modelo, defendiendo la autonomía de sus riders en España. Parece una cuestión de tiempo que asuman el cambio de modelo, pero no han dado el paso, aunque la realidad los deje en la mira de inspecciones de trabajo y de posibles denuncias de la competencia.