En los últimos años, los patinetes eléctricos han transformado la movilidad urbana en España. Este vehículo ha ganado popularidad por ser económico, sostenible y práctico para moverse por la ciudad. Sin embargo, su creciente uso ha generado un vacío legal que la Dirección General de Tráfico (DGT) busca regular. Aunque ya existe una normativa básica, su desconocimiento o incumplimiento ha provocado accidentes y conflictos diarios en las calles. Este artículo analizaremos las principales leyes que afectan a los usuarios de patinetes eléctricos y la responsabilidad de la DGT en garantizar una convivencia más segura.
1¿Qué regula la DGT sobre los patinetes eléctricos?
La DGT clasifica los patinetes eléctricos como Vehículos de Movilidad Personal (VMP). Según esta definición, están sujetos a normas específicas que buscan garantizar la seguridad de los usuarios y de los demás actores en la vía pública.
Una de las principales reglas se refiere a las características técnicas de los patinetes eléctricos. La potencia máxima permitida es de 500W, y no pueden superar los 25 km/h. Además, estos vehículos deben estar equipados con frenos y luces adecuadas para su uso nocturno o en condiciones de baja visibilidad.
Sin embargo, el incumplimiento de estas regulaciones es común. Algunos usuarios «trucan» sus vehículos para aumentar la velocidad o modificar su potencia, convirtiéndolos en un peligro para la seguridad vial. La DGT, aunque consciente de esta problemática, enfrenta dificultades para ejercer un control efectivo, ya que no siempre cuenta con los recursos necesarios para supervisar este tipo de infracciones.
Otro aspecto clave de la regulación es que los patinetes eléctricos no requieren matriculación ni permiso de conducción. Sin embargo, esto podría cambiar en el futuro si las autoridades detectan que el número de accidentes sigue aumentando.