Letizia y Felipe, los reyes de España, siempre han intentado mantener un delicado equilibrio entre su vida pública y privada. Sin embargo, este enfoque no ha estado exento de críticas. La periodista y experta en la Casa Real, Pilar Eyre, ha lanzado recientemente comentarios que han puesto el foco sobre lo que ella llama «el punto negro» en su modus operandi. Eyre destaca que, a pesar de ser figuras públicas, los monarcas mantienen un hermetismo absoluto respecto a cómo gestionan su tiempo privado.
Esta opacidad ha sido especialmente evidente durante las vacaciones de Navidad. Eyre no solo critica la falta de información sobre las actividades de Letizia y Felipe, sino también su ausencia en momentos clave que otras monarquías del mundo suelen compartir con el público. Este enfoque, que muchos consideran inusual, ha generado un debate sobre cuál debería ser el nivel de transparencia que los reyes deberían ofrecer.
5La percepción del público y la era digital
En la actualidad, el público espera un nivel de acceso y transparencia sin precedentes, especialmente con el auge de las redes sociales y la digitalización de la información. Pilar Eyre menciona cómo las plataformas digitales han permitido a otras casas reales modernizarse y adaptarse a las expectativas de sus ciudadanos, algo que Letizia y Felipe han evitado hasta ahora.
En países como Dinamarca y Suecia, por ejemplo, los monarcas comparten publicaciones personales en Instagram, lo que genera una conexión directa con el pueblo. «Un simple gesto como publicar una foto familiar podría marcar una gran diferencia en la percepción de la Casa Real española», comenta Eyre.
Sin embargo, este enfoque digital no está exento de desafíos. Eyre también advierte que la exposición excesiva puede tener consecuencias negativas, como la pérdida de privacidad o el escrutinio constante. Por ello, aboga por un equilibrio entre mantener la privacidad y ofrecer momentos de transparencia que refuercen la imagen pública de los monarcas.
En última instancia, Eyre cree que la era digital brinda una oportunidad única para que la Corona española se acerque a su pueblo. «Adaptarse a los tiempos no significa renunciar a la tradición, sino encontrar nuevas formas de mantenerse relevante», concluye la periodista.