La fabada asturiana es, sin duda, uno de los platos más emblemáticos de la gastronomía nacional. Reconocida mundialmente por su capacidad para reconfortar en los días más fríos, combina fabas, chorizo, morcilla y panceta en una receta tradicional que trasciende las fronteras de Asturias. Sin embargo, cocinar una fabada desde cero requiere tiempo y dedicación, elementos que no siempre están al alcance. Ante esta realidad, las fabadas en conserva se presentan como una solución práctica para quienes no quieren renunciar al sabor. Recientemente, la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU) ha analizado 17 marcas de fabadas en conserva para determinar cuáles ofrecen la mejor relación calidad-precio. A continuación analizaremos qué factores convierten a algunas fabadas en conserva en las mejores opciones del mercado, según la OCU.
4Factores que penalizan la calidad de las fabadas
El análisis de la OCU también destaca elementos que reducen la puntuación de algunas fabadas en conserva. Uno de los factores más relevantes es la presencia de aditivos y conservantes, que afectan tanto al perfil nutricional como al sabor.
Por ejemplo, la fabada de Hacendado (Mercadona), con 58 puntos, y la de De Nuestra Tierra (Carrefour), con 56 puntos, reciben críticas por incluir ingredientes adicionales que no aportan valor y por su etiquetado confuso. La falta de transparencia en la información al consumidor es un problema recurrente en varias marcas, lo que penaliza su valoración global.
Además, las fabadas con altos niveles de grasas saturadas y sal también ven afectada su puntuación, ya que estos componentes son considerados perjudiciales para la salud si se consumen en exceso.