A pesar de las críticas y las acciones legales contra las Zonas de Bajas Emisiones (ZBE) de organizaciones como la Asociación Vehículos Afectados por Restricciones Medioambientales (AVARM), o partidos políticos como VOX, desde Madrid se sigue adelante con las nuevas restricciones, y aunque la mayoría de los afectados por las mismas tienen la ventaja de una moratoria de un año antes de verse obligados a reemplazar su vehículo por uno con la etiqueta correcta los vecinos de las zonas de Plaza Elíptica y el Barrio Centro, ya han empezado a recibir las multas correspondientes a las nuevas prohibiciones.
Lo cierto es que la situación no ha sorprendido ni a AVARM ni a la agrupación Automovilistas Europeos Asociados (AEA) que han asegurado que la recomendación que pueden hacer a los afectados es tomar los pasos para recurrir a las multas que lleguen en estos primeros días del año, así como lo recomiendan para las anteriores, que aseguran deben ser retiradas tras las dos sentencias del Tribunal Superior de Justicia de Madrid. De hecho, en el caso de la primera organización no solo dan tienen un modelo de recurso en su página web, sino que recomiendan contactar a las aseguradoras que suelen tener mecanismos para enfrentar estas situaciones.
Lo cierto es que para Madrid el conflicto ha sido complicado de ignorar. Aunque desde AVARM no se muestran demasiado optimistas en cuanto a la posibilidad revertir la decisión del ayuntamiento en el corto plazo, de hecho temen que a la moratoria de un año simplemente señale el objetivo del ayuntamiento de preparar un nuevo reglamento con el objetivo de mantener las Zonas de Bajas Emisiones.
Lo cierto es que a pesar de haber asumido la moratoria y de hacer un esfuerzo para ayudar a la transición de los vehículos actuales por aquellos con las etiquetas ambientales correctas. Desde la alcaldía se ha recordado que Madrid 360 ha cumplido con los objetivos planteados cuando se diseñó la normativa, reduciendo el tráfico y las emisiones de CO2 lo suficiente para cumplir con las exigencias de Bruselas para recibir los fondos Next Generation, un punto clave para la ciudad.
Esto hace poco probable que el ayuntamiento se rinda, y así lo entienden desde AVARM. Es que además del ayuntamiento, la medida ha sido aplaudida por otras instituciones, sean las VTC, los taxistas o incluso los peatones que transitan estas zonas o los residentes sin vehículos. Es un equilibrio que el ayuntamiento sigue buscando, aunque la reducción de las emisiones de carbono sigue siendo la prioridad a la hora de tomar decisiones.
LAS MULTAS PUEDEN AFECTAR A 15.000 VEHÍCULOS
En concreto, las multas que se han presentado estas semanas podrían afectar a 15.000 vehículos sin la etiqueta adecuada empadronados en la zona. Según explica el presidente de la AEA, Mario Arnaldo, en declaraciones recogidas por Telemadrid el motivo es técnico. Explica que las cámaras que controlan la M-30, tanto el exterior como el interior, quedarán inhabilitadas y, sin embargo, las cámaras del interior que controlan el distrito centro y la zona de Plaza Elíptica, sí van a seguir funcionando.
El problema es que es una situación que termina resultando discriminatoria para los residentes de estas zonas. Incluso si es cierto que ya hace años que se ha avisado que esta medida empezaría durante 2025, también es evidente que termina siendo un castigo complicado para aquellos que han quedado atrapados en las zonas afectadas y que no están en la situación para cambiar su vehículo en el corto plazo, incluso solicitando las ‘ayudas 360’ del ayuntamiento.
Es que, como lo recuerda la sentencia original del TSJM, los efectos económicos de esta medida son complicados de ignorar y pueden terminar afectando el trabajo de una parte importante de los habitantes de Madrid. Será un punto clave que el ayuntamiento tendrá que resolver para superar la situación, sobre todo por qué el objetivo del gobierno de Almeida es mantener las Zonas de Bajas Emisiones en la capital.
LAS ZBE TAMBIÉN HAN AUMENTADO EL PRECIO DE LA VIVIENDA EN MADRID
Lo cierto es que el efecto sobre el uso de los vehículos y la acumulación de multas. La discusión ha dejado de lado una de las realidades inevitables de las ZBE, que tienen un efecto directo en el precio de la vivienda en ese espacio. Según la casa de análisis CBRE la medida subió los precios de la zona un 11% tras su aprobación, y algo más de un 8% en las zonas colindantes.
Es que es una realidad inevitable que se asumió al declarar estas zonas, en las que la disminución del ruido y la inversión necesaria en transporte público hace de las propiedades en esta zona más valiosas, una buena noticia para los propietarios, pero no para quienes esperaban poder adquirir, o alquilar, una vivienda cerca del centro o de las otras zonas delimitadas por Madrid 360.