Desde la llegada de Letizia a la Casa Real española, esta ha estado marcada en las últimas décadas por escándalos que han sacudido sus cimientos y que, en ocasiones, han dejado perpleja a la opinión pública. Uno de los temas más controvertidos es la vida personal del rey emérito Juan Carlos I, particularmente en lo que respecta a sus infidelidades a la reina Sofía. Este asunto, aunque conocido por muchos en el entorno real, ha salido a la luz con mayor detalle en los últimos años, dejando en evidencia una doble vida que ha generado tensión dentro de la familia.
En este contexto, la reina Letizia, esposa del rey Felipe VI, también ha tenido que lidiar con estas revelaciones desde que ingresó en la Casa Real. La forma en que Letizia ha reaccionado ante las infidelidades del rey emérito ha sido objeto de especulación y debate, ya que su postura, aunque discreta, ha marcado un antes y un después en la dinámica familiar.
2La vida en Zarzuela bajo la sombra de los escándalos
Dentro del Palacio de la Zarzuela, las infidelidades del rey Juan Carlos no eran un secreto. Tanto los empleados como los hijos de los reyes conocían la doble vida del monarca. A pesar de ello, optaron por mirar hacia otro lado, evitando enfrentarse a una situación que, aunque dolorosa, ya era parte de la rutina familiar.
La escritora Pilar Eyre ha relatado cómo los hijos del matrimonio, Elena, Cristina y Felipe, descubrieron las infidelidades de su padre. Este conocimiento, aunque impactante, no alteró significativamente su relación con él en aquel momento, ya que se centraron en mantener las apariencias y en evitar mayores conflictos familiares.
Con el tiempo, la distancia entre Juan Carlos y Sofía se hizo más evidente, hasta el punto de que sus interacciones personales quedaron restringidas a actos públicos y vacaciones familiares en Palma. Esta frialdad no pasó desapercibida para la esposa de Felipe VI, quien observó de cerca la dinámica disfuncional entre los eméritos.