La SGAE defiende la controvertida propuesta de Urtasun sobre la Inteligencia Artificial

Desde que apareció en escena el proyecto de Real Decreto con el que el Ministerio de cultura se plantea regular el uso de material protegido por los derechos de autor, el ministro, Ernest Urtasun, ha sido blanco de críticas de artistas, músicos y demás oficios creativos. Sin embargo, incluso mientras que algunos, como el artista gráfico Luis NCT han descrito su propuesta como un «genocidio cultural» en el texto que han remitido al ministerio por motivo de la consulta pública del proyecto de ley.

En el texto acusa al ministerio que dirige el portavoz de Sumar por «posicionarse inequívocamente del lado del genocidio cultural, de la destrucción de empleos presentes y futuros, de la debilitación del tejido cultural y artístico, y de la degradación de la salud mental de todos los creadores». Sin embargo, a pesar de la posición de este artista y organizaciones como Arte es Ética y Federación de Sindicatos de Espectáculos, Artes Gráficas, Audiovisuales y Papel adheridos a CGT (SEGAP) la medida ha recibido un espaldarazo de la Sociedad General de Autores y Editores (SGAE) que ha salido en apoyo a esta propuesta. 

«Las entidades de gestión AIE, AISGE, DAMA, SEDA, SGAE y VEGAP, así como una treintena de asociaciones del sector cultural y varias organizaciones internacionales, apoyan el proyecto de Real Decreto sobre Inteligencia Artificial promovido por el Ministerio de Cultura: Un paso clave para la protección de los derechos de los creadores en la era digital», escribe la sociedad en un comunicado firmado por todas estas agrupaciones que aparece en su página web, pero que no han hecho el esfuerzo de compartir en redes o de dar altavoz, probablemente por lo controvertida que ha resultado la propuesta en el sector. 

Europapress 6430941 Inteligencia Artificial

El problema es que el posible decreto, al menos en su versión actual, da permiso a las entidades de gestión colectiva, permiso de autorizar los derechos de explotación de un grupo de obras relacionadas entre sí, sin la autorización de sus autores. Aunque el texto del posible real decreto sigue dejando clara la preocupación del ministerio sobre el uso de material creado con derechos de autor por las aplicaciones de inteligencia artificial generativa, este artículo es especialmente preocupante por qué deja la decisión en manos de organizaciones como la propia SGAE o bien las discográficas, estudios o editoriales. 

En cualquier caso, la SGAE parece ignorar este tipo de quejas. «Por su parte, las voces que se oponen al decreto argumentan que los límites a la tecnología constituyen un obstáculo para la innovación. Sin embargo, las organizaciones defensoras de los derechos culturales sostienen que el respeto a los principios fundamentales, como los derechos de autor, la imagen, la protección de datos personales y los derechos de los consumidores, no solo son compatibles con el progreso, sino que son esenciales para un desarrollo ético y sostenible», se lee en su comunicado.

UN TEXTO CONTROVERTIDO DESDE SU APARICIÓN

Lo cierto es que a pesar de que el ministerio de Cultura está haciendo un intento de contentar a todas las partes, lo cierto es que termina dejando a los autores con muy poco poder de decisión sobre este tipo de situaciones. La realidad es que es complicado llegar a un acuerdo que mantenga feliz a todas las partes involucradas, pero también parece extraño que un ministerio dirigido por un portavoz de Sumar deje de lado la posición de los más afectados por este tipo de medidas. 

En cualquier caso, es evidente que es necesario una regulación de los derechos de autor que busque una solución para este tipo de situaciones. Es que sin duda la nueva oleada de aplicaciones de inteligencia artificial generativa cambian sin duda la forma en que se deben abordar este tipo de opciones, y cambiará como se entienden los derechos de autor.

LOS DERECHOS DE AUTOR Y LA INTELIGENCIA ARTIFICIAL, UN RETO MÁS ALLÁ DE URTASUN

Lo cierto es que el problema con el que se ha encontrado el ministerio de cultura no es un caso único. La realidad es que países como Estados Unidos y el resto de la Unión Europea se han conseguido con la misma pared, aunque en el caso norteamericano el nuevo acuerdo firmado con el sindicato de guionistas de Hollywood incluye protecciones sobre los derechos de autor, e imposibilita que los derechos caigan sobre una aplicación.

En cualquier caso, la situación es delicada en España y mientras que el propio Urtasun sigue ignorando las voces de los artistas que protestan contra la medida. De momento, aunque ya se ha cerrado la consulta pública, habrá que seguir de cerca la situación para saber si realmente el texto se aprueba en su estado actual.