Carlos Alcaraz tiene una sorpresa para comenzar la temporada
En el tenis, los equipos que respaldan a los mejores jugadores del mundo están en constante evolución y análisis para optimizar el rendimiento de sus tenistas. Este es el caso de Carlos Alcaraz. Desde sus primeros pasos, el murciano ha sido guiado por un equipo con una vasta experiencia en el desarrollo de jugadores, y no han dejado de trabajar para perfeccionar un aspecto de su juego que, aunque parece impecable, aún requiere ajustes para lograr que su rendimiento suene aún mejor.
Antes de comenzar la gira de tierra de 2024, Juan Carlos Ferrero implementó un cambio en la mecánica de saque de Carlos Alcaraz. En sus primeros años, Alcaraz era un jugador con un saque algo débil; no era ni particularmente rápido ni especialmente confiable. Sin embargo, su gran talento permitió que, con algunos ajustes, su servicio comenzara a marcar diferencias. El hecho de que ya haya ganado dos Wimbledon a los 21 años es una clara muestra de su evolución.
Carlos Alcaraz necesitaba una mejora
A pesar de los avances que Carlos Alcaraz había logrado en su saque, este golpe seguía necesitando mejoras. En los últimos tiempos, Carlitos se había estancado, y su saque se había convertido en una debilidad que sus rivales aprovechaban cada vez más. Sus oponentes, especialmente los mejores restadores del circuito, comenzaban a causarle problemas con este golpe, aprovechando cualquier oportunidad para devolver el servicio con precisión y fuerza, lo que afectaba la consistencia de Alcaraz en los partidos.
Ante esta situación, Juan Carlos Ferrero, su entrenador, tomó la decisión de modificar la mecánica del saque. Con el objetivo de optimizar su rendimiento, se realizaron varios ajustes. El proceso comenzó con un swing largo en 2021, que luego se transformó en una mecánica con dos paradas. Más tarde, pasó a una con una sola parada, hasta que finalmente se eliminó por completo cualquier tipo de pausa, lo que permitió que Alcaraz adoptara un gesto más dinámico y fluido. Este cambio no solo le ayudó a ganar potencia en su saque, sino que también mejoró su regularidad, dándole un mayor control sobre su servicio y haciéndolo más difícil de restar para sus rivales.
El cambio de Alcaraz
Durante la pretemporada, se observó a Carlos Alcaraz entrenando con diferentes raquetas, cada una con un peso variado en la zona del cuello. Tras probar varias opciones, el equipo de Alcaraz optó por añadir un peso extra de cinco gramos a su raqueta, específicamente a la utilizada por el cuatro veces campeón de Grand Slam. Aunque cinco gramos puedan parecer una cantidad insignificante, en el tenis profesional de más alto nivel, incluso una pequeña variación en el peso puede marcar la diferencia en el rendimiento del jugador.
El tenista murciano busca una gran flexibilidad para ejecutar una variedad de movimientos en la pista, y para lograrlo utiliza una raqueta extremadamente ligera, una característica poco común en el circuito profesional. En el próximo Open de Australia 2025, veremos a un Carlos Alcaraz en su versión más ofensiva hasta la fecha, buscando superar a sus rivales con un ritmo de bola imparable.