Cuando las nuevas VTC aparecieron dentro del mercado de transporte, una de las principales criticas que se hicieron desde el sector del taxi fue por la falta de preparación exigida a los conductores que operan en plataformas como Uber, Cabify o Bolt. Sin embargo, la nueva normativa de Madrid cambiará una vez más el panorama del sector. El próximo mes de marzo, como lo informa la Comunidad Autónoma en su web, se convocará el primer examen que estos conductores tendrán que aprobar para seguir operando en este sector con normalidad.
«La Consejería de Vivienda, Transportes e Infraestructuras está ultimando la tramitación de la orden que regule esta prueba y que afecta a la obtención y mantenimiento de las autorizaciones de arrendamiento de estos vehículos. El objetivo es cumplir con el principio de seguridad jurídica de un sector que cuenta actualmente con alrededor de 9.000 permisos en la región», explica el comunicado del Gobierno de la comunidad. Aunque todavía no hay una fecha exacta en el mes de marzo si se adelantan los temas que les preguntaran a estos conductores.
Los 4 módulos contendrán 60 preguntas y se centrarán en el idioma español, el manejo de dispositivos con mapa de navegación, itinerarios y destinos de interés de la Comunidad de Madrid, así como primeros auxilios y accesibilidad y servicio público. A esta batería de preguntas se le sumará una revisión de los antecedentes penales de los conductores, y no se permitirá que trabajen en la plataforma aquellos que tengan antecedentes por delitos de naturaleza sexual.
El texto además informa que, después de la presentación del examen, los trabajadores que lo hayan aprobado recibirán «de forma electrónica el permiso de conductor de VTC provisional, que tendrá una vigencia máxima tres meses, hasta que se otorgue el definitivo. Una vez en posesión del mismo, este tendrá una validez de cinco años que, pasado ese periodo, deberá renovarse. También se ha incluido la posibilidad de desarrollar la prueba en la modalidad de autoexamen y el establecimiento de sistemas de inteligencia artificial que acrediten los conocimientos al respecto».
En cualquier caso, esta mayor lupa sobre los conductores de plataformas como Uber, Cabify o Bolt viene de la mano del deseo de la Comunidad Autónoma de Madrid de que sean parte del ecosistema de transporte local. Mientras que otras Comunidades Autónomas han hecho lo posible por expulsar estas aplicaciones en la capital, se ha considerado que son necesarias para sus objetivos económicos y sociales de los próximos años.
UBER, CABIFY Y BOLT SE CONSOLIDAN COMO PARTE DEL PANORAMA DE TRANSPORTE DE MADRID
Lo cierto es que la situación de las VTC en la capital es interesante. Desde su aparición, Isabel Díaz Ayuso las ha considerado claves y con la ciudad, apostando por aumentar su oferta cultural y deportiva con eventos como festivales, conciertos masivos o el paso de la Fórmula 1 y la NBA por la capital que se debe confirmar en los próximos años. Es una apuesta importante de cara al futuro de la ciudad, aunque como es de esperarse una que ha hecho molestar al sector del taxi desde el primer día.
Al mismo tiempo, es de esperar que a medida que estas plataformas se consoliden en las ciudades, es de esperar que las mismas sean más exigentes con las mismas para seguir operando. Es lo que ha generado medidas como los nuevos exámenes, sumado a los accidentes que han ocurrido en Madrid antes de que empezarán a aplicarse estas pruebas, precisamente por los conductores que no conocen del todo la ciudad y que por ello terminan sufriendo accidentes que desnudan los problemas de estas aplicaciones.
UNA DECISIÓN QUE LLEGA EN PLENAS PERDIDAS DE CABIFY
Lo cierto es que esta transformación ocurre mientras que Cabify presenta sus datos completos de 2023, y estos presentan motivos de alarmas. El unicornio español obtuvo unas pérdidas de 9,3 millones de euros en España en 2023, lo que supone casi duplicar los ‘números rojos’ de 4,9 millones de euros que registró en 2022, debido a las mayores inversiones acometidas en el último año.
Así se desprende de las cuentas anuales de las tres sociedades a través de las cuales la compañía de movilidad opera en España, Cabify España, Miurchi y Prestige & Limousine, disponibles en el Registro Mercantil. La facturación de su actividad en el país se elevó a 247,8 millones de euros, elevando en un 24% la cifra de 199,5 millones obtenida el año anterior, y en línea con el 27% que avanzó la facturación un año atrás.
El resultado bruto de explotación (Ebitda) conjunto de estas tres empresas ascendió en 2023 a 10,65 millones de euros, lo que representa un margen de rentabilidad del 4,3% respecto a su cifra de negocio.